Parte cuatro: Arya

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Habían pasado cinco años desde Harrenhal, donde Arya se separó de su padre en su huida de Desembarco del rey y terminó en el castillo lúgubre, donde conoció a Tywin Lannister. Desde entonces, dos años pasaron hasta que Tywin le confesó estar enamorado de ella, Arya pidió acciones que demostraran su amor: Tywin marchando a Desembarco del rey con el ejército del Norte para tener el trono de hierro de manos del pequeño consejo y Meñique. Luego eliminando cualquier cargo de traición hacia su padre, proclamando al Norte un estado libre y a Ned Stark como el rey del Norte.
Quitó a Cersei de regente, ya que no había dado herederos al trono, Tywin era quien se había puesto la corona.

Cuando cumplieron tres años de conocerse, Arya aceptó convertirse en su esposa y no había pasado tanto tiempo hasta que su sangre no llegó y anunció su embarazo a su esposo.
Ella había visto su rostro iluminado y la levantó  del suelo para dar vueltas con ella.

Pero Arya sintió incertidumbre por primera vez en mucho tiempo.
Ella había sido cercana a Tywin y observó su comportamiento con sus hijos; Jaime parecía ser el favorito, pero lo trataba de manera fría y cada que podía le hacía saber lo estúpido que era por condenarse a los votos de la guardia real. Cersei era una tonto para él, ahora una vergüenza ya que la mujer nunca le dio hijos al rey y Tyrion, el único que se había ganado el aprecio de la dama Lannister, era el diablillo de las pesadillas de su esposo, había sido testigo de las peleas entre ellos, Tywin imponiéndose ante el hombrecillo y tratando de intimidarlo.

¿Tywin sería así con su bebé?

¿Qué rayos haría Arya si su hijo fuera igual a su hermano de piernas cortas?
¿Tywin la despreciaría a ella y a su hijo?

¿El pequeño en su vientre estaría a la altura de ser el hijo heredero del gran león de la Roca?

Pero Tywin ahora no se despegaba de ella, su mano pocas veces se despegaba de su vientre hinchado.

Cuando fue a la cama de parto, Tywin luchó como un león para estar cerca de ella, amenazando a cualquiera que tratara de sacarlo de su lado. Y cuando Arya pujó por última vez, y el llanto de un bebé llenó el lugar, Arya suspiró con miedo: Un enano, una mujer, un niño muy pequeño para los estándares de su señor esposo...

"Un niño, mi lord." El maestre Pycell dijo con alegría en su voz. "¡El niño más grande que he tenido en mis manos!" Arya lloró de alegría.

Los ojos cansados de lady Lannister observaron a su marido sostener a su hijo como la cosa más preciada que había tocado jamás. Una lágrima salió de sus ojos normalmente gélido, pero ahora estaban acuosos y llenos de un brillo que Arya sólo había visto cuando estaban solos.

"Ya eres mi mayor orgullo, dulce niño." Tywin le habló a la masa roja entre sus manos.
"Cregan Lannister..." Él besó la pequeña cabeza llena de cabellos negros.

Arya jadeó, escuchando el nombre norteño salir de los labios de su esposo.
"Te amo, mi señora." Tywin la besó con fuerza, dejando a su hijo entre su pecho, observando fascinado cómo Arya soltaba uno de ellos y metía su pezón hinchado a la boca de su hijo.

Y Arya no vio que el orgullo de Tywin se borrara en los años venideros al ver a su hijo.

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Dos años después y con su hijo creciendo sano y aprendiendo con sus septas, ella podía decir que su vida era más que perfecta. Tywin era un padre demasiado cariñoso con Cregan, lo llevaba a cabalgar con él en el mismo caballo, siendo precavido y haciendo que el caballo sólo trotara. Nunca observó a su esposo molesto cuando Cregan tomó su papilla con las manos y la arrojó a su jubón, riendo de su travesura.
Nadie en Roca Casterly pudo dar fe de ver alguna vez a su lord levantar su mano hacia su hijo cuando el niño había cometido una travesura.

"Una vez Jaime tiró vino en el jubón de Tywin, él golpeó al chico." Kevan le dijo una vez que ambos rompían el ayuno, antes que Tywin llegara.

Arya dejó de comer y observó a su cuñado. "Vaya..." Jaime no era su favorito, tal vez porque al ver su rostro veía el rostro de Cersei, quién sabe.

Kevan se encogió de hombros. "Cersei tuvo un tiempo el favor de su padre, antes que sus misivas informando no tener un heredero para la corona se hicieron frecuentes. Entonces fue la vergüenza, después de Jaime dejando su derecho de ser su heredero." El hombre tomó vino y luego observó a Arya. "No creo que no sea obvio lo que pasa con Tyrion." Ella asiente. "Lo que quiero decir, es que jamás había visto a Tywin tan amoroso, incluso con Jaime... Es otro hombre distinto. Te ama a ti y a Cregan, más de lo que alguna vez amó a alguien."

"Yo también lo amo... Y amo que me haya demostrado con acciones su amor hacia mí." Ella le sonríe a Kevan.

"Eddard Stark nunca fue de su agrado, pero mira lo que hizo por él" Kevan ríe. "Ahora tu padre es rey en el norte, incluso ahora Tywin está aquí y dejó a Ned Stark como regente." Sí, sus pequeñas vacaciones en la Roca habían sido decididas por Tywin cuando se enteró de su segundo embarazo y volverían antes del invierno, ya que Ned Stark tenía un propio reino que cuidar, incluso si Robb lo estaba haciendo bien allá.
" Él nunca fue creyente de dioses... Tal vez tenía que conocer a su diosa del norte para ser un fiel devoto." Arya se sonrojó, ciertamente recuerda que Tywin sólo se arrodillaba ante ella para complacerla, como lo haría un hombre cediento del favor de su diosa.

"Él ha empezado a acercase a Jaime y Tyrion, incluso no se enojó cuando supo que Tyrion cuida de Cregan." Arya dice.

Kevan asiente. "Ciertamente es un hombre distinto."

"¿Quién es un hombre distinto?" La voz del león de la Roca hizo que ambos voltearan hacia él.

Arya se levantó y abrazó a su esposo, logrando que se encorvara y poder besar sus labios, sin importarle el decoro que tenía que mantener con Kevan como audiencia.
"Nadie, querido esposo. Ven, siéntate." Ella lleva a Tywin a una silla al lado de ella, empezando a servirle frutas.
"¿Y Cregg?" Pregunta, ya que raramente Tywin estaba lejos de su hijo.

"Está con Tyrion, se negó a venir conmigo. Ciertamente estoy herido." Tywin bromea un poco y en sus facciones no se ve armagura al hablar de su hijo.

Kevan asiente hacia su hermano y Arya besa su mano con la alianza de matrimonio. "Oh, sabes que eres su favorito... Pero su hermano Tyrion es su segundo, tal vez en algún momento él se sentirá celoso de Jaime." Ella ha visto que Jaime cada vez es más cercano a su pequeño león huargo.

Tywin ríe, empezando a comer una naranja. "Hm, pero siempre seré su favorito." Él puntúa.

Arya ríe, negando. "Después de mí." Lo apunta con su tenedor.

Tywin la mira con diversión, apretando su muslo por debajo de la mesa, sin importarle que Kevan estuviera con ellos, aunque a él parecía importale más su desayuno.
"Te daré la palabra para no empezar la guerra, mi amor." Sus largos dedos se deslizan en su centro vestido, y Arya tiene que beber vino antes de empezar a jadear.

Ella nunca quiso ser esposa de nadie, soñaba ser caballero y vivir aventuras, pero ahora con su pequeño Cregan y otro en camino, de ella y de su amado Tywin, Arya no podía estar más feliz de tener esta vida con su león amoroso y dispuesto a proteger a su familia y hacer las paces con sus hijos mayores.

Una gota de agua sobre la roca.  ─═✧Arywin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora