La Esposa De Un Cazador Tiene Espacio

36.

Capítulo 36: He Fengshou estaba muerto de miedo

"¡Tres!" Su Li sonrió y arrojó el hacha que tenía en la mano a He Fengshou.

"¡¡Ah!!" He Fengshou estaba tan asustado que rápidamente cerró los ojos. Sus piernas no pudieron evitar temblar. Si no hubiera ido al baño antes de salir, probablemente habría orinado.

Duang—

El hacha pasó volando por el hombro de He Fengshou y aterrizó detrás de He Fengshou.

"¡Asesinato, asesinato!" La señora Qian gritó.

He Fengshou no sintió el dolor que esperaba. Abrió un poco los ojos y miró a su alrededor tímidamente, como si estuviera muerto de miedo.

Madame Qian seguía gritando y maldiciendo.

Su Li dijo con impaciencia: "Cállate. Si continúas haciendo ruido, te coseré la boca".

"¡Cómo te atreves!" Los ojos de la señora Qian se abrieron como platos.

Su Li se cruzó de brazos y dijo: "Pruébenlo si no me creen. De todos modos, no tengo nada. No soy como ustedes que viven una buena vida".

Madame Qian quería decir algo, pero He Fengzhong la detuvo.

La tercera cuñada parecía estar poseída. Ni siquiera parpadeó cuando arrojó el hacha hace un momento.

Era imposible ser irrazonable con una persona así. No valdría la pena si lo cortaran.

"Tercera cuñada, creo que estás loca. Esperemos a que el tercer hermano regrese y veamos cómo te trata". He Fengshou no tuvo más remedio que sacar a He Yufeng.

Su Li dijo con indiferencia: "Oh, ¿es así? ¡Entonces esperaré!".

He Fengshou se sintió asfixiado cuando la vio así. Aunque al tercer hermano no le agradaba esta nuera, trataba a esos dos niños como tesoros. ¡Mientras los niños estuvieran cerca, el tercer hermano no le haría nada a Su Li!

"¿Se van o no? ¡Si no, no seré educado!"

Tenía otras cosas que hacer, pero no tenía tiempo que perder con ellas.

"Solo espera..."

He Fengzhong tiró de la señora Qian y se fue. Sus pasos eran nerviosos y parecía como si estuviera huyendo.

He Qingyao y He Qingmu salieron corriendo de la habitación.

"Madre, ¿estás bien?"

Su Li dijo: "Está bien. No pueden hacerme nada".

Después de despedir a los cobradores de deudas, Su Li comenzó a preparar la cena.

Esta noche comerían carne al vapor con harina. Su Li cortó en pedazos las patatas que había desenterrado en la montaña la última vez y las colocó debajo del plato.

"Madre, ¿volviste a comprar carne hoy?" He Qingmu corrió hacia Su Li y tragó saliva mientras miraba la carne en el plato.

Su Li asintió. "Sí, comamos un plato extra esta noche. Quiero criarlos hasta que estén justos y gordos".

Estos dos pequeños eran realmente demasiado flacos. Básicamente no eran diferentes de los brotes de soja y no tenían carne en la cara.

En el pasado, cuando He Yufeng regresaba de cazar en las montañas, dejaba algunos animales pequeños en casa para que comieran los tres. Sin embargo, el dueño original del cuerpo no tenía corazón. El gran plato de carne entraría en su estómago. ¡A veces, ya no estaba nada mal que los dos niños pudieran beber dos bocados de sopa de carne!