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—No te atrevas a tocar mis tartas hasta que no te dé permiso, Lee Minho

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—No te atrevas a tocar mis tartas hasta que no te dé permiso, Lee Minho.—

El alfa retrocede con las manos en alto.

—Sólo quería ayudar.—

El omega le dirige una mirada feroz mientras envuelve con papel celofán una tarta de limón que afirma es la favorita de Heeseung. La tarta de chocolate y la de fresa se encuentran en la mesa de la cocina, junto al bizcocho de mantequilla, que esta listo para meterlo en la nevera. Las tartas de frutas sigen sobre las rejillas, enfriándose, y la harina cubre hasta el último rincón de la cocina.

—No llevas mas de dos dias que no haz roto nada, ¿Y ya quieres romper tu récord? Si tiras una de mis preciadas tartas, te vas a arrepentir de haber nacido. ¿Quieres ayudarme? Pues deja de fisgonear, agarra el coche y ve a traer el regalo de Hee.— Ha dicho el omega.
—¡Mejor no!... mejor agarra tu moto.—

Los ánimos estan tan revueltos y es que hoy es el cumpleaños de Heeseung, el pequeño adora las tartas de su tío Felix y le ha pedido una lista de todos los postres que quiere, el omega adora a su sobrino por eso lleva dos dias seguidos preparando cada una de las tartas.

Minho ha intentado ayudarle pero en su intento ha roto un bol, por eso mejor se queda bien lejos de la cocina; se ha acercado solo por que ha sido tentado por el exquisito olor a limón que emanaba una de las tartas.

Media hora después Minho ha vuelto con dos regalos para el cachorro, un juego de carritos y un conejo de felpa que le ha encantado.

En la mesa de la cocina hay cinco tartas, una de limón, otra de Chocolate, manzana, de fresas y por ultimo un bizcocho de mantequilla; todo se ve tan exquisito que se ve tentado a probar pero desiste y es que tiene miedo de que el omega le haga algo.

Por el sonido del agua fluyendo deduce que el omega se esta bañando y es hora de que el también haga lo mismo.

Bajo el agua caliente va procesando lo que ha pasado en estos casi dos meses que lleva junto al omega, primero ha logrado calmar los malestares del embarazos y hasta ese punto todo es bueno; el problema es que se ha enamorado. Al menos cree que lo esta.

Al principio solía gravitar en dirección del omega, pero ahora no puede ni mantenerse lejos, es como si una cuerda estuviera atada alrededor del cuerpo de ambos, necesita tocarlo... y a este punto ya ha perdido la cuenta de las veces en las que se ha descubierto acariciando al omega.

Cada dia el embarazo le cae mejor a Felix, su piel ya no se ve enferma y ahora brilla, su abultado vientre cada dia va creciendo mas... es como una pequeña bolita de algodón; claro que eso es solo por fuera pues los desequilibrios hormonales hacen estragos en su personalidad.

A veces Felix esta de buen humor, otras tantas va renegando a lo loco, despues se pone de lo mas cariñoso y hay pocos dias en los que rompe cosas de lo distraído que va.

Un alfa sustituto [Minlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora