2. ꜱeɢuɴᴅᴏ ᴍᴀʟ ᴘᴀꜱo

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Se distrajo bastante con los videojuegos y los cómics que se quedó leyendo toda la tarde, Felix había comprado suficientes ramen para tres días. Jisung tuvo curiosidad acerca si ese chico rubio tenía planeado comerse todo eso, sería una locura.

Con suerte podría soportar el ramen dos días. Comer lo mismo se vuelve cansador hasta que después ya no quiere volver a comer, aunque agradece que no le ocurra aún.

Ni siquiera se dio el tiempo de salir y comprar cosas para comer o ir al mismo comedor, su flojera le ganó un poco y otra que Felix con una sonrisa le preparó un poco de ese ramen.

Dos veces ramen en un día.

Horas más tarde recibió una llamada de Changbin disculpándose y que lo vería mañana, cortó tan rápido que ni siquiera le dio tiempo para expresarle sus molestias.

Sin embargo, esta vez lo vería y lo obligaría pagarle su almuerzo como recompensa.

Escucha su estúpida alarma entre sus sueños, con pereza saca su mano debajo de la manta y trata de acertar en su reloj para apagarlo, pero con torpeza se cae al suelo aún con ese sonido que atormenta sus oídos.

Suelta una queja de frustración.

—Mierda..—susurra.

No tiene la fuerzas de asomarse y recoger su reloj del piso. Es capaz de dormir y acostumbrarse al ruido, acurruca su rostro contra al almohada, sin embargo su puerta se abre abruptamente.

—¿Puedes apagar esa cosa?

Abre sus ojos y suspira, apoya sus codos al levantarse y ve a Félix con sus ojos semi cerrados con un cepillo de diente en la boca que por cierto está manchada con pasta. Probablemente se despertó recién por su cabello también todo despeinado.

Pestañea con lentitud mientras lo mira, se acuesta nuevamente y apunta con su dedo al piso.

—Se cayó, tengo flojera de acercarlo.

Escucha el bufido del rubio.

—Oye —se queja torpemente por el cepillo.

Jisung lo ignora, cierra sus ojos y los abre solo un momento viendo al rubio quejarse en voz baja mientras se agacha para recoger el reloj de alarma. Con cejas fruncidas y un leve puchero la apaga finalmente.

—Es hora de que despiertes, hay que ir al comedor antes de que haya mucha gente.

Mucha gente...

Abre sus ojos completamente y suelta un suspiro frustrado.

—Ajá...

Más luego está con una camiseta roja que les llega un poco más arriba de su cadera, pantalones largos y holgados color negro de tiro bajo que lo sujeta con un cinturón que lleva un símbolo de calavera. Su frecuentes gorros de tela puesto dejando expuesto su cabello abajo.

Su muñequera de cuadros negros y blancos que lleva a todos lados y por supuesto sus converse que se les olvidó lavar, pero dicen que con eso se les quita la buena suerte.

Se cruza la correa del bolso en un hombro antes de salir de su habitación, se encuentra con Felix acostado en el sofá jugando con un tamagotchi en manos y alza la mirada.

—¿Estás listo?

Asiente cómo repuesta, salen al pasillo y comienzan a caminar mientras Felix se acomoda su gorra puesta para atrás, sus mechas azules sobre salen al igual el rubio.

Siente que en cualquier momento de comer en ese lugar, vomitara.

No es tan larga la caminata como la recordaba, al llegar el comedor es grande, hay muchas mesas pero a pesar de eso se ocupan rápidamente con cada estudiante que llega de la fila.

ɢᴏᴏᴅ ʙᴇᴀᴛɪɴɢ - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora