ɢᴏᴏᴅ ʙᴇᴀᴛɪɴɢ - Minsung

3. ɪʀʀɪᴛ𝙰ʙʟᴇ ʏ ᴛʀᴀɴ𝘲ᴜɪʟᴏ

Es incomodo y molesto también. Minho con suerte suelta palabras cortas en cada minuto, al principio cuando empezó enseñarles los golpes que estaban prohibidas, mantuvo en todo ese rato esa expresión de idiota, pero eso sí, nunca bajó la mirada, siempre se mantuvo firme en Jisung.

Lo único que podía era asentir con la cabeza mostrando que estaba entendiendo lo que decía.

—¿Sabes hacer alguna técnica de golpe?

Preguntó Minho mientras mira su mano izquierda en la que se está poniendo unos guantes, al momento recoge otros par de guantes del piso y se las tira de forma sorpresiva a Jisung.

Las agarra instintivamente y no puede evitar mirar un poco mal a Minho por tirarle los guantes sin avisar.

—¿El jab..? —respondió sin estar tan seguro, conocía un poco la técnica pero no a la perfección.

Minho con cabeza inclinada hacia abajo lo mira con una ceja alzada ahora poniendo el otro guante de cuero con almohadillas en su mano derecha. Que por cierto, era impresionante lo notable las venas que se les marcaban. Curioso.

—¿Si o no?

Definitivamente le saca un poco de casillas su voz y el tono que usa. Trata de no girar sus ojos en blanco, en cambio aprieta su mandíbula y suelta un suspiro antes de responder.

—Si.

Lo miran entre cerrando sus ojos al recibir la respuesta de Jisung y después la aparta sin decir nada, en eso se saca la sudadera negra dando a relucir su cuerpo con una camiseta sin mangas hasta los hombros.

Jisung pestañea dejando llevar su mirada en aquellos bíceps marcados, los hombros anchos y una piel blanca que se atrevería deducir que fácilmente se pondría roja. La sudadera es retirada y Minho la cuelga en una de las máquinas de ejercicios, dando la vista a su espalda que por cierto también se queda mirando.

Una espalda ancha también. Es tan molesto admitir que quizás tiene mejor cuerpo que él. Es tan jodidamente buena que cualquiera la querría. Obviamente en el sentido de tener el mismo cuerpo.

Frunce su ceño y menea la cabeza por tal pensamiento. ¿Por qué está pensando en el cuerpo de ese chico? Esos es raro, no debería estar mirando fijamente el cuerpo de alguien y menos si es un hombre.

No se da cuenta cuando ya no está mirando la espalda sino el pecho de Minho y al instante sube su mirada encontrándose con unos ojos negros intensos, la cabeza de Minho ladeada con una ceja ligeramente alzada mientras lo mira.

Que vergüenza.

Apartó su mirada y soltó un carraspeó incomodo. Le pone atención a los guantes que estaban en sus manos y que no se lo había puesto, rápidamente los coloca solamente mirando sus manos.

—¿Dijiste que sabes el Jab? —pregunta nuevamente Minho con los brazos cruzados, reluciendo aquellas venas marcadas ahora en todo su brazos. Frunce un poco sus cejas al pensar.

—Bueno, exactamente no, solo un poco.

—Entonces no lo sabes —baja su mirada y la dirige a la bolsa de boxeo.

Nuevamente frunce su ceño y rueda sus ojos en blanco.

—Te dije que solo lo sé un poco —mostró un tono un poco más molesto. Dios, su tranquilidad se esfumaba con tan solo palabras cortas de este tipo.

—Enseña lo que sabes.

Eso lo agarró de desprevenido y se recompone un poco. Esta bien, simplemente es solo enseñar lo que sabe, no es tan difícil.