—Si... si... Seré tu corderito y tú serás mi Lobo.
No hubo ni una pizca de duda en aquella contundente afirmación. JungKook sintió la primera lágrima deslizarse por su mejilla y, sin aguantar un momento más esa pequeña distancia entre sus cuerpos, se lanzó a sus brazos con una enorme sonrisa, provocando que ambos cayeran al suelo.
JiMin quedó bajo el cuerpo de su amado y, sin perder un segundo, le tomó de las mejillas y lo besó con pasión, sus labios estrujaron los del contrario con vehemencia. JungKook se agarró a sus hombros mientras dejaba que el lobo le metiera la lengua entre los labios; ambas extremidades húmedas y calientes se encontraron y se deslizaron una sobre otra, degustando su sabor. Los sonidos mojados de sus besos era lo único que se podía escuchar, JungKook hundió sus dedos en la cabellera de JiMin y este bajó las suyas hasta su cintura, abrazándolo con fuerza, completamente embelesado por el arrebato de un deseo carente de control.
Por primera vez, los ojos de JiMin se humedecieron. Giró su cabeza y besó en otro ángulo aquellos labios bañados de almíbar dulce. El aire se colocaba en sus bocas y ambos respiraban a través de ellas, bebiéndose el uno al otro. Sus labios estaban tan vivos, todo corre y fluye con rapidez en su interior, tan caliente como hierro derretido, los dos están tan hambrientos como los lobos bajo la luna roja.
—Podría hacértelo aquí mismo. —Le gruñó al oído, aprovechando la ocasión para suspirar el delicioso aroma de aquel chico que le robaba el corazón, desataba su naturaleza salvaje y lujuriosa, pero al mismo tiempo sus ganas de proteger y adorar.
Le mordió el lóbulo de la oreja y luego le chupó su piel, suscitándose jadeos débiles por parte del menor, que clavaba sin piedad sus uñas en el cuerpo contrario cuando este utilizaba sus habilidades para provocarlo, embelesarlo.
—No... es el jardín de YoonGi... ¡Mmm! —Una de sus manos se colocó por su camisa y tocó sus botones erectos y receptivos. Estrujó entre sus yemas de sus dedos índice y pulgar aquel pico duro. Los jadeos interrumpidos de su pequeño no tardaron en calentarlo aún más.
—Eso no me importa...
—JiMin...
El mayor besó la línea de su mandíbula y llegó a la comisura de su boca. Allí su lengua hizo acto de presencia y delineó entre los labios que se abrían sin escatimar, pidiendo que lo penetrara como tanto le gustaba. Y es que no importaba nada en ese momento, el cuerpo de JungKook se ablandaba y ponía en bandeja de plata para JiMin. Él mismo quería ser la comida del lobo.
El pelinegro le complació, mudó su mano al otro pezón y, cuando lo retorció entre sus dedos, JungKook soltó un gemido y JiMin le dio una estocada certera entre los labios, deslizándose al interior de la cavidad bucal que lo recibió una vez más, mojada y acalorada solo para él.
Abandonó sus pezones y su cuerpo dio vuelta, dejando a JungKook sobre el pasto con apenas unos días de haber sido cortado, un árbol de pino era lo único que tapaba aquella escena -que no dejaba de ser exhibicionista-, si YoonGi decidiera salir, podía encontrarse a un muy emocionado JiMin comiéndole la boca a su querido nieto, quién ya estaba tan ardiente como el sol del mediodía.
JungKook abrió las piernas y dejó que JiMin empujara sus caderas y le aplastara la pelvis, dejándole claro lo que había provocado.
—Me tienes duro, corderito... muy duro. —JiMin le lamió, de los labios hinchados, los restos de ambos sabores mezclados. Sus manos lo sostuvieron de la cintura y JungKook le abrazó el cuello, acariciando el cabello de su nunca y halando de las hebras negras como las plumas de un cuervo—. Y tú estás tan caliente... no puedo dejar de pensar en lo estrecho que estás. Te deseo tanto.
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¡𝐷𝑒𝑣𝑜́𝑟𝑎𝑚𝑒 𝐿𝑜𝑏𝑜! ³ ╿𝑱𝒊𝑲𝒐𝒐𝒌╿
Fanfiction- Pero, Lobo... ¡Que ojos tan grandes tienes! - Son para ver mejor cuando te corras por mí, mi cielo. - Pero, Lobito... ¡Que lengua tan larga y grande tienes! - Es para lamerte mejor, Corderito. - Pero, JiMin... ¡Que dientes tan grandes tienes! El l...