Forever

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Las cosas continuaban cómo normalmente, se veían mutuamente y sus ojos se buscaban sin darse cuenta.

Uno lo amaba más que al otro.

No se daba cuenta que nadie más
lo iba a amar tanto como
lo hacía aquel arconte.

Los días pasaban mientras su historia no tenía pausa y todo parecía como si nada fuera a ocurrir.

Todos los colores se presentaban cuando estaban juntos e ignoraban sus decisiones solo para sentirse acompañados de su propio cariño.




















Entonces, ¿qué era aquello que a los hombres les disgustaba?

Eran felices, entonces:

¿Por qué los obligaban a separarse?

Desde aquella vez donde uno de nuestros protagonistas tomó una decisión que los haría separarse.

¿Quién fué quién renunció primero?

¿El que buscaba la paz o aquél que tenía miedo?
















Estaba posicionado en el centro de la sala, en cada ángulo que viera había un arconte juzgando cada una de sus acciones.

- Entonces, ¿está seguro de su decisión? -el ente se dirigió con una voz de autoridad.

- Siempre lo he estado. Si para ustedes ésto se considera traición, estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo. -su cara lo decía todo. El arconte estaba decidido pero también molesto.

- Que así sea. -golpeó con el mazo aquella superficie, dando así finalizado cualquier tipo de discusión.

- Usted mismo abandonará Celestia sin ningún tipo de posibilidad de quedarse, su pueblo será eliminado de Teyvat y queda despojado de sus derechos como Arconte. Si se presentan signos de rebeldía tomaremos su vida y la de su pueblo. -Y así cómo lo dijo su superior, así fué hecho.

Apenas salió de la corte fué a recoger todas sus cosas. Si, se dió cuenta de las miradas que le dirigía su amante cada que respondía afirmativamente a cada uno de sus castigos, no estaba arrepentido de no haber participado en la destrucción de aquella nación pero tal vez, solo tal vez estaba arrepentido de dejar a su único amor.

- ¡¿Cómo puedes hacer ésto?! -Y ahí estaba: la persona que iluminó su vida, llegando al lugar dónde vivieron juntos hasta ahora.

- ... -no le quería responder, sabía que si hablaba solo terminaría por romper las reglas. Se sabe que sacrificaría su vida y la de su pueblo solo por tenerlo con él una última vez.

- Dime, ¿has pensado en nosotros? -se oía desesperado, su voz estaba quebrandose y empezaba a hiperventilarse al aguantar las ganas de llorar-. Por favor, dime algo.

Volteó a verlo y ahí estaba, sus ojos celestes totalmente cristalinos y sus labios formando una mueca de tristeza. ¿Cómo no arrepentirse? Claramente no debía hacerlo.

- Barbatos, no tengo tiempo de hablar contigo, retirate por favor. -Trató de hablar con voz autoritaria pero ambos sabían que era falso, que quería quedarse ahí con él.

- Déjame ir contigo, no quiero separarme de ti. Hemos vivido mucho juntos y todavía podemos vivir más. -Y toda su resistencia se rompió. Sus ojos parecían cascadas que no podía detener y su mano trataba de alcanzar la de su pareja.

Remember - VentiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora