Lo que un recluta puede lograr

Capitulo 3: La Cónsul y a por Kanto

Fue a Pilar Recuerdo, donde recolecto bayas y en el camino, se cruzo con entrenadores, especializados en tipo pájaros, no les importaba que Dax tuvieran el uniforme Rocket, solo querían combates, que por supuestos perdieron.

-Bah, ya estoy acostumbrado a perder-dijo el ornitólogo menor mientras pagaba-

-buen combate-le felicito a Vulpix.

Esta era una oportunidad de entrenar a los nuevos Pokemon, Vulpix y Psyduck, quienes mostraban cierto afecto al recluta, por darles comida y prometerles que el se encargaría de que nos les faltara nada si estaban con el. Con respecto a Sentret, parece no gustarles las batallas, pero gusta de aprender nuevos movimientos, algo así como imitar a otros, eso seria útil, ya que en el futuro podría enseñar a otros Pokemons de su equipo movimientos nuevos que observe, ya que a este le gustaba estar en su hombro.

Usando Surf, llego a la orilla de otra mini Isla, al lado de Pilar Recuerdo, donde encontró a un hombre hablando en voz alta sus pensamientos.

-Aunque debieras vivir 3000 años, y aun 10 veces otros tantos, acuérdate siempre que no se pierde otra vida que la que se vive y que solo se vive la que se pierde. Así la mas larga vida y la mas corta vienen a reducirse a lo mismo...-sigue hablando hasta que en un punto lo deja.

El hombre miro triste a la imponente piedra y se escucho un sollozo proveniente de el, llamando la atención del recluta, quien se acerco a preguntarle si se encontraba bien.

-Mira al Sentret de Dax- Vaya, tu Pokémon parece muy sano-sonríe un poco para voltear a ver a la piedra-Aquí es donde enterré a mi Onix, llamado Tectonix, lo extraño mucho desde que partió hacia el otro mundo-comienza a contarle lo importante que era para el.

Le dio una pequeña charla que no duro mucho, dándole el mensaje que los Pokemon que uno tiene son parte de tu familia, ese significado es lo que le dio aquel ex entrenador antes de que se marchara. El recluta siguió con lo suyo, ir a otras minis Isla, recoger objetos de valor y ser retado por entrenadores ya sea en tierra o agua. 

Cansado de su brújula, que no le daba un buen resultado en dar con la casa de la cónsul, la guardo para evitar tirarlo en un ataque de poca tolerancia. Hasta que vio mejor a lo lejos una mini Isla con casa y se dio cuenta que su brújula le había guiado bien.

-Al fin, después de pasar por tanto.. ire por la Consul-es detenido por una chica.

-¿Como? ¿Vas a visitar a Consul?-lo ve con desagrado-¡Un Rocket como tu no tiene siquiera derecho a mirarle a los ojos! ¡Acabare contigo!-saca a su Pokemon.

-Una molestia tras otra-suspira.

Acabando con esta chica y otra dos que merodeaban cerca de la casa de la Cónsul, entro decidido a ya acabar con su misión principal, solo para encontrar a Andra derrotada.

-¡No, Lya!-agarra preocupada a su Zubat que se encontraba desmayado.

-¿En serio creías que con un equipo tan pobre ibas a poder coaccionarme para que acepte sus condiciones?-la mira con una sonrisa burlona-Ya le dije a Altas que no puede competir con las prestaciones que el gobierno de Kanto me ofrece.

-Pensaba que teníamos un trato, ¿donde queda tu lealtad hacia el Team Rocket?-molesta-Sin nosotros nunca hubieras sido elegida CONSUL del lugar, y ahora quieres lastrar el negocio que te dio esa potestad.

-Exacto, tu lo has dicho, me dio, pero ya no lo necesito y ahora solo son un lastre para mis nuevas aspiraciones, si Altas de verdad quiere detenerme que venga en persona, ningún misero Rocket aparte de el podrá detener a mis Pokémon importados de los mejores centros de crianzas-dice con orgullo-Ahora si me disculpas tengo que hablar con el representante de Kanto hohohoho-se ríe de manera rara.