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primera cita
𖦹˙:𖥔 ࣪˖ ⋆˖ ݁ ˖ ִֶָ ⊹
[ Hinata Shouyo. ]
Demasiado tímido. No pararía de estar nervioso, aunque lo recompensaría diciendo lo bonita que se ve aquella chica. Planería algun paseo en bicicleta ya que sabe que a ella le gusta ese tipo de actividades al aire libre.
—¿Quieres descansar aquí? La vista es hermosa.
—tú eres más hermosa
la hizo sonreír, eso había hecho que el pelinaranja agarrara más confianza en sí mismo.
[ Kageyama Tobio]
buscaría en Internet cómo hacer que la cita salga perfecta, le preguntaría a todos sus amigos, pero sentiría que la información que obtuviera no sería suficiente.
Organizó una picnic, en la noche abajo de la luz de la luna, buscó recetas para hacer un pastel de fresas, lo cual tuvo éxito, porque le salió delicioso.
—Wow, está delicioso, ¿tu lo hiciste?— el asintió con un ligero rubor en sus mejillas— muchas gracias por esto, me toca hacerte un pastel la próxima vez.
—¿Por qué no lo hacemos juntos?— preguntó con el corazón acelerado— esa podría ser nuestra segunda cita.
ella sonrió y enseguida aceptó, agarrando un trozo para darle a Kageyama.
[ Kei Tsukishima ]
Se mantendría seguro al inicio, antes de verla por supuesto, según él todo saldría a la perfección, que no había por qué ponerse nervioso o tener miedo. Pero, al verla fue todo lo contrario, sus manos empezaron a sudar, su corazón latir con rapidez y en su estómago sentía las estupidas mariposas que algún día escuchó decir a las personas que se enamoraban.
Había planeado una cena demasiado lujosa para impresionarla.
—Hola, llegué tarde, lo siento— se disculpó ella, acercándose para abrazarlo en forma de saludo.
—Sólo fueron cinco minutos, no te preocupes— olfateo su aroma, vainilla, Kei amaba su olor— te ves muy preciosa...— soltó, sin darse cuenta.
—tú te ves muy bien en traje.
sonrió, un poco apenado. Se acercó para ayudarla a sentarse y recorrer la silla, se sentó y la miró con atención.
—lo siento, no podré dejar de mirarte en toda la noche.
[ Yū Nishinoya]
Demasiado emocionado. Durante una semana no paraba de alardear sobre eso, la verdad es que algunos de sus compañeros de salón estaban molestos y celosos.
¿Cómo había conseguido tener una cita con la chica más bonita de la preparatoria?
—Son para ti— le ofreció un ramo de flores, ella sonrió y le agradeció con un beso en la mejilla, sonrojandose a más no poder— ¿Quieres casarte conmigo?
