F o r g e t i t.

002

Félix, por fin había recibido la llamada de su suegra, informándole que Sam ya estaba despierta y en condiciones de recibir visita, realmente ella no pasara mucho tiempo en aquel hospital, estaban por darle de alta, y el siempre intentaba verla, aún así estaba muy emocionado, por fin vería a Samy a su Samy, iría, le pediría perdón y le explicaría todo aquello que la última vez que se vieron no pudo, aclararía los malos entendidos y le pediría perdón por todo lo que sin querer la hizo sentir, después la cuidaría todo el tiempo hasta su recuperación absoluta, la llenaría de besos y luego aclararía las cosas a Roier, y le agradeceria por ser tan buen amigo y cuidar tan bien de su chica.

Y todo volvería a ser como antes, con ese pensamiento e ilusión venía en dirección al hospital, con un ramo de flores preciosas.

Sin saber que, la vida es un juego de Loki.

Entrando a la habitación del hospital que se supone fue asignada a Samantha, se encontro con algo inesperado.

A la mamá de su novia llorando y a Sebastián (Roier ) hablando muy serio con el doctor. Además de que el señor Homero rasgando su cabello preocupado, ¿¡EL SEÑOR HOMERO PREOCUPADO?! Esto si que es grave.

¿Que mierda paso?

—Señores suegros, ¿Que pasa? —Al decir esto Jose Francisco Félix recibo las  miradas de los tres que estaban allí.—

Roier lo miraba con furia.
La señora Rosario con tristeza.
Y el señor Homero con alivio.

—Pasa que mi amiga perdió la memoria gracias a una crisis de alto estrés, mmhh.. me preguntó... ¿que o quién habrá podido causarlo?— pregunto super sarcástico.

Después del comentario de Roier el doctor decidió hablar.

—La paciente fue diagnósticada con amnesia disociativa, es la pérdida de memoria originada por un acontecimiento traumático o estresante, que produce una incapacidad para recordar información personal importante.

—¿Ella perdió la memoria?— pregunto el pelinegro Félix. Y  el doctor asintió como respuesta —¿por cuánto tiempo? —Trago en seco.

—La duración de esta puede ser de minutos hasta décadas.

. . . Félix sintió su mundo caerse.

—Ella, no recuerda más allá del 2013 piensa que tiene 15 años...

—Ella puede recuperar la memoria ¿cierto?

—Hay posibilidad de que si o de que nunca la recupere.

El llanto de rosario de agudizó.

—Miren, el tratamiento es el siguiente, llevara algunas sesiones terapéuticas, y  algunos medicamentos que, solo sirven para estimulación del cerebro pero no hacen milagros, en el mejor de los casos, lo va a ir recordando todo poco a poco, es probable que todavía no recuerde a personas que ahora son importantes para su vida, sería bueno que conviva con ellas, y no presionarla para nada.

—Y también procuren. Tener mucha paciencia pueden darle ataques de ansiedad y episodios de confusión y epilepsia.

—Entonces me la llevaré a mi casa a cuidarla, ya que en este momento todas las personas que conviven diariamente con ella no los recuerda.

—Ehh si es conveniente que se la lleve un tiempo, pero también es muy importante que conviva con esa gente que no recuerda, le puede ayudar a recordar toda su demás vida en general y es parte de su tratamiento.

—¿Puede ser más claro doctor?— pregunto Sebastián (Roier)

Si, digamos que todos los días vea y conviva a solas con esa gente que era primordial en su vida, pero eso sí la convivencia tiene que ser a solas para que se vea obligada a interactuar de lleno con esa persona sin ningúna distracción.y preferiblemente en un ambiente que antes a ella le resultaba conocido.

(...)

Luego de es amarga noticia, a
Samantha le dieron de alta, advirtiéndole que de todas maneras volveria a consulta.

Y tanto Roier como Félix se presentaron ante ella como si fuera la primera vez.

Roier perdió su título de amigo.
Y Felix el de novio.

Y a ambos eso, los quemó por dentro.

                       (...)

—¿Cómo es la ironía de la vida no crees Jose Francisco?

—¿Porque?

—Porque es como si te diera una segunda oportunidad, de volver ante ella con la cabeza en alto, y al mismo tiempo me da la oportunidad a mi, de interferir en qué vuelva ese amor de ella hacia ti, y que cuando lo recuerde no sufra, porque ya no sentirá nada por ti...
Es más te juro, que yo voy  asegurarme de que no vuelva a recordarte con cariño.

—Y yo voy a luchar con todas mis fuerzas para que eso no pase, Rogelio Sebastián, además ya te lo he dicho antes, todo fue un mal entendido.

—Lo dudo mucho.

(...)