Era el cumpleaños de Draco, y lamentablemente este no podía pasarlo con sus padres hasta una semana más, solo porque aún no podía salir de Hogwarts, realmente estaba triste ya que los únicos que le desearon feliz cumpleaños eran Crabbe y Goyle, y algunos profesores y compañeros, sus padres obviamente le mandaron una carta y sus regalos, su padrino también le dió su regalo y muchos abrazo, pero se sentía triste y no sabía porque, tal vez era porque estaba lejos de sus padres. Las horas siguieron y estaban saliendo de la clase de Pociones, estába por entrar al gran comedor cuando sintió el suave agarre de alguien en su Brazo.
- Malfoy- Dijo Ron tranquilamente mientras sujetaba algo detrás de el
- Como te atreves a hablarme, Weasley- dijo Draco a la defensiva, poniéndose delante del otro
- Vengo a decirte..Feliz cumpleaños, Draco- dijo Ron entregándole lo que tenia escondido atrás en sus manos
-...
- No es muy costoso pero te aseguro que te quedará bien- dijo Ron acercándole más el regalo
- Gracias...a pesar de que yo te molesto, tu me trajiste un regalo- dijo Draco avergonzado por sus actitudes
- No importa, te deseo lo mejor, ya me tengo que ir- dijo Ron dejando el regalo en las manos del otro para irse corriendo
Draco no espero más y abrió el regalo, cuando vio el contenido se quedó un poco sorprendido, era una bufanda con los respectivos colores de su casa, incluso llevaba una carta y algunos dulces, toda la familia Weasley había mandado este regalo, los dulces de Fred y George, La bufanda de la Señora Molly, La carta de Ginny, la caja de regalo de Arthur, y lo más importante, los lindos anillos de Ron. Ahora podía decir que estaba más que contento y ese sentimiento de tristeza se esfumo de inmediato.
