Izuku Wick "BABA YAGA"

La calma antes de la tormenta

Empieza por esto ya que el auto no cuenta
Atte. Tu amada Kyoka

Las lágrimas caían por sus mejillas , era inevitable el recordar a su amada esposa quien le mostró qué aun en el abismo más profundo podría haber luz

Entonces tomo la maleta de mascotas y saco al cachorro lo acaricio y sollozando lo abrazo recordando el rostro de su esposa

TIME SKIP

Nuestro protagonista estaba durmiendo plácidamente hasta que entra su nuevo compañero de casa

El perro subió a la cama y lo despertó lambiendo su rostro , el se puso de pie y fue ala entrada de su hogar

Abriendo la puerta para inclinarse y recoger el diario del día siendo inte4umpido por el perro qué salio corriendo al jardín a hacer sus necesidades

Regresando ala vivienda se sirvió un cereal para el y para su perro, haciendo una nota mental de comprar croquetas más tarde, se vistió para salir y fue al garaje en el que había un mustang clásico y una camioneta.

Subió al mustang acompañado de su perro y condujo hasta una pista de aterrizaje para conducir y desahogar su ira por perder a su esposa

Terminando eso se encontraba en la gasolinera recargando combustible y en eso ve al perro alos ojos para sonreírle

Es cuando escucha música previniendo de otro auto qué igual iba a recargar combustible bajan 5 personas del auto

Dos entran ala tienda de servicio y tres se quedan afuera uno enciende un cigarro al notar el auto se acerca al protagonista y pregunta

???- Lindo auto del 67 - Dijo para rodear el auto

Izuku - 69

???- ¿Cuanto?

Izuku - ¿ De que hablas ?

???- ¿Cuanto por el auto?

Izuku - No esta ala venta

Dijo para entrar al auto el hombre se acerco ala ventana y noto al perro lo acaricio y le dijo

???- У каждого идиота есть цена (Todo idiota tiene un precio)

Izuku - не этот идиот (No este idiota)

Dijo sorprendiendo al tipo qué solo pudo maldecir porque oteo lo alejo de la ventana y le ofreció disculpas a Izuku

Quien se retiro a su hogar para llegar la noche y prepararse para dormir y fue en medio de la madrugada que...