Rebel Rebel (EDITANDO)

Prólogo: Rebel Rebel

"Estaba a punto de cumplir trece años, la primera vez que oí mi canción favorita de todos los tiempos, la primera vez que escuché ese memorable riff de guitarra acompañado de la voz tan distintiva de David Bowie.

No recuerdo muchas cosas de ese día, salvo la sensación del estómago vacío y el mareo que me provocó el cigarrillo que estaba fumando para postergar el hambre.

Me encontraba sentada en el pasto, observando como el viento se llevaba mis cenizas, fue entonces que una melodía llegó a mis oídos.

—"Doo doo doo doo doo doo" cantaba alguien y mis manos comenzaron a moverse inquietas al ritmo de la música, sin embargo, el resto de mi cuerpo no podía moverse y una extraña sensación me invadió.

Era algo parecido a la felicidad, pero cargado de una euforia distinta, más agresiva, más poderosa, acompañado de unas ganas irracionales de llorar y al mismo tiempo una necesidad enorme de bailar.

—"Rebel rebel, you turn your dress" —escuché que cantaba una voz femenina.— "Rebel rebel, your face is a mess"

Aquella letra...

—"Rebel rebel, how could they know?—se le unió la voz de un chico.

Aquel ritmo...

—"¡Hot tramp, I love you so! —cantaron a coro.

Gire la cabeza tomando el control de mis movimientos para poder ver de dónde venían aquellos cantos. Descubrí que cerca de donde estaba sentada, estaban un par de chicos afuera de una vieja camioneta estacionada casi encima de la banqueta, con los vidrios abajo y la música a todo volumen.

Estaban comprando un par de raspados en un puesto cercano en el parque y el muchacho que los atendía, los miraba con cierto desprecio. 

No se parecía a nadie que hubiese visto antes, aunque tampoco conocía mucho en aquel entonces, era pequeña y pueblerina.

Sin darse cuenta de que los veía, ellos seguían cantando y bailando, ignorando la cara del vendedor. 

 Ambos tenían el cabello teñido, él rubio y ella de un rojo brillante (no como el mío, sino más carmesí), él con delineador negro en los ojos, ella con sombra azul vibrante en sus parpados y a pesar de que la ropa que usaban parecía desgastada, con alfileres de seguridad y algunos remaches, en ese momento me parecieron las personas mas hermosas y mejor vestidas que hubiera visto jamás.

Se divertían, era evidente y aquella canción seguía sonando mientras subían a la camioneta, la chica subió el lado del volante, mientras que el chico adulteraba sus raspados con algún licor proveniente de una botella sin etiqueta.

Arrancaron, llevándose los últimos momentos de la canción con ellos.

Yo estaba sin aliento, aquella escena no tenia nada que ver conmigo, pero quise convencerme de que sí. Para ellos era una tarde normal.

Para mi fue un hito, el descubrimiento de una sensación que jamás había tenido, una sensación de libertad.

Y con esa sensación recorriendo mi cuerpo y mi corazón, me hice una promesa a mi misma..."