Prohibido - König x FemReader

Capítulo 17: Colapso.

Desde el día que Isaac y Abigail murieron, el cielo ya no me brindaba los mismos atardeceres, me limitaba a hacer mis tareas de forma inerte, sin emoción ni motivo. Cada mañana era despertar después de una pesadilla, sus rostros sin vida se aparecían en mis sueños sin aviso dejando un amargo sabor en mi boca. Ni siquiera lo que he vivido todo este tiempo yendo a conflictos armados me han causado tal impresión.

He tratado de olvidar ese día, pero cada vez que estoy lográndolo, König aparece frente a mí, tratando de explicar todo, pero nada de lo que él pueda decirme va a cambiar lo que vi. El General me llamó algunas veces para preguntar sobre mi estancia con Isaac, le di toda la información que vagamente recordaba entre los gritos de las voces en mi cabeza.

Suspendieron mi servicio temporalmente para que pueda alejarme un poco de toda la situación en la base. ("Está prohibido mantener relaciones dentro de la base, lo sabes ¿verdad, (T/N)?"). Ya nada era igual, las risas ya no se escuchaban igual, el canto de las aves ya no sonaba, no para mí. Estuve un rato sentada en el borde de mi cama viendo mis placas, mi uniforme. La última mirada que Abigail me brindó se quedó impregnada en mi memoria, no pude escuchar lo que me dijo entre dientes antes de morir, esa era la peor parte.

La puerta se entreabrió antes de escuchar un golpe bajo en ella, me levanté a atender la puerta, encontrándome con la nueva soldado que estaba encargada de la entrada y salida de los demás, estaba parada frente al marco de la puerta, tenía una sonrisa nerviosa. Fruncí el ceño con la imagen de la "nueva rubia" parada frente a mí, un recuerdo amargo regresó a mi mente. Alcé las cejas ladeando la cabeza en respuesta, un "¿qué quieres?" sin necesidad de hablar.

– Lamento molestar – dijo con la voz entrecortada – olvidé hacerte llenar la ficha de salida.

La similitud de escenarios me causó náuseas, las lágrimas se colaron a mis mejillas, la mujer miró hacia abajo con incomodidad, ya todos sabían por qué estaba tan irritada con todo el mundo. La joven alzó su mano para tocar mi hombro fraternalmente para ayudar a calmarme un poco, pero lo esquivé.

– Déjalos aquí, te los entregaré cuando esté yéndome – mi voz salió débil, seria, sin gracia.

La mujer solo asintió dejándome sola, me disponía a cerrar la puerta cuando algo en el marco detuvo el portazo. Me volteé para encontrarme con König, él estaba parado ahí, inerte, sin moverse, insisto en decir que parecía un puto fantasma. Sus ojos me miraban, pero no había una señal de algo, solo me miraba.

– Tenemos una conversación pendiente – dijo el austriaco con su acento alemán. Lo miré con molestia para rápidamente empezar a llorar y soltar golpes contra su pecho, pero él no me detuvo. Mis piernas flaquearon luego de unos segundos haciendo que me abrace, eliminando la distancia que podía existir entre nosotros.

Él intentaba calmar mis sollozos, acariciaba mi cabello, me cargó para luego cerrar la puerta con seguro y llevarme hasta mi cama que ya hace tiempo había pedido que le quiten la parte alta de la litera. König se sentó en ella aún conmigo en brazos, yo seguía llorando contra su pecho y él me abrazaba con más fuerza. Lo único que yo podía formular era un "¿Por qué?". Escuchándolo suspirar pesado antes de empezar a hablar.

– (T/N), yo sé que esto para ti no ha sido fácil – hablaba con tranquilidad – pero debes escuchar lo que tengo que decirte. Antes de que te vayas, escúchame.

Yo seguía aferrada contra su pecho, no quería verlo. Aún así, sus manos acariciaban con suavidad mi cabello, depositaba pequeños besos en mi cabeza y mi frente, me abrazaba una y otra vez. Se sentía bien.

– Lo que viste allá abajo, fue el castigo que los altos mandos me dijeron que debían recibir por traición y complicidad, yo... – su voz se oía triste, llena de arrepentimiento – yo no quería hacerle eso a Abigail, ni a Isaac.

Mi cabeza se encontraba aún contra su pecho, pero lo escuchaba con atención, quizás así podía entender todo lo que estaba pasando.

– Abigail y yo teníamos una relación desde hace tiempo – seguía diciendo – pero no podía decírselo a nadie, ya sabes que no podemos mezclar las cosas aquí – mi ceño se frunció con molestia, mi corazón dolía al escucharlo hablar del tema que Isaac ya me había advertido – pero todo cambió cuando vi que te trajeron a esta base.

Antes de la llegada de (T/N)...

– Mi Coronel – habló Abigail entrando sin tocar. König estaba realizando papeleo.

– Ya te dije mil veces que no me llames así cuando estamos solos, dime – respondió el hombre dejando en su escritorio todo lo que estaba haciendo.

Abigail rió bajito mientras entraba por completo a la oficina posicionándose al lado del mayor extendiendo una ficha – esta es la ficha de la nueva Sargento que nos va a enviar el General – König tomó la carpeta dejándola a un lado, tomó de la cintura a Abigail dándole un beso en los labios. Abigail se alejó entre risas nerviosas.

– Nos pueden encontrar, ya me voy, llegará pasado mañana, tengo que arreglar todo para su ingreso – König asintió y le dedicó una sonrisa a la mujer que pronto dejó su oficina.

El Coronel revisaba la ficha de (T/N) para luego encontrar la foto de la mujer que él recordaba muy bien, repitiendo su nombre en un susurro, rápidamente tomó la foto A4, fotocopiándola y guardando la copia en su cajón con llave.

Dos días después, aún en el pasado...

Abigail tocó la puerta del Coronel, König guardó la foto de (T/N) rápidamente antes de dejarla pasar. La mujer entró acompañada por esa carita que ya conocía muy bien, el hombre controló una reacción exagerada llegando a ser frío y cortante. La pareja ya estaba empapada de la información que la nueva Sargento poseía en su historial, sobre todo Abigail, quien al ver a la nueva soldado la recordó perfectamente llenándose de molestia.

La presentación de König ante (T/N) salió todo lo contrario a lo que el Coronel ensayó miles de veces, se maldecía a sí mismo por ser tan idiota, pero no podía hacer nada al respecto, lo hecho ya estaba hecho, ya no lo podía cambiar.

Abigail, por su lado, planeaba la forma de sacar a la soldado bajo cualquier circunstancia, yendo a la oficina del mayor para pedirle que por favor la transfieran a otra base o algo así, prácticamente tumbó la puerta del Coronel haciéndo un escándalo estúpido que parecía más un berrinche, encontrando a König con la foto de la muchacha en sus manos, dándose placer mientras repetía su nombre en el proceso.

Abigail lo miró furiosa, arrebatándole la foto de las manos y rompiéndola mientras iba a cerrar la puerta con seguro. König se acomodó su ropa levantándose de su silla para tomar a la mujer de sus hombros y abofetearla. La rubia lo miraba furiosa, las lágrimas en sus ojos le nublaban la vista y los sollozos inundaban el lugar, el austriaco la miró con lástima y molestia.

– Terminamos – dijo Abigail con una notable tristeza en su voz.

– ¿De qué hablas, mujer? – respondió König – tú y yo jamás fuimos nada que pudiera terminar.

("Si no puedes con el enemigo, unetele")

Abigail salió de la oficina hecha un manojo de nervios, ira, dolor e indignación, se dirigió a la recepción del bloque donde se encontraban los susodichos que estaba dispuesta a separar, tomando la ficha médica de (T/N) subiéndola a su habitación para que la llenara.

Actualidad...

– Abigail intentó dañarte muchas veces – continuó diciendo König – ella le dijo a Isaac dónde te iba a encontrar, iban a matarte en cualquier momento. Eran ellos o tú y yo hice mi elección. Te elegí a ti.

De pronto algo engranó en mi cabeza, entendí de repente las últimas palabras de Abigail ("estúpida"), las llamadas en el celular de Isaac tenían sentido. La forma en que Abigail me dijo que tenga cuidado con el Coronel no era por él, era por ella. Suspiré con ironía, recordando todo, buscando entre mis recuerdos todos y cada uno de los momentos que simplemente dejé pasar por alto como una tonta.

Pero había algo que König no me estaba diciendo, algo que no cuadraba, faltaba información. Faltaba algo en esta historia...

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Ghost no me haría esto, me trataría peor, pero es Ghost 💀
Pobre TN, quedó traumada al ver el lado asesino del Coronel.