CONTIGO PUEDO SER YO REALMENTE

LA DECISIÓN.

Pasaron dos días y Claudia se reunió nuevamente con Max para deliberar la entrevista de Mariana. Max sabía que sería un buen prospecto para la empresa y de esta manera para la nueva sucursal seria lo que se está necesitando para arrancar.

Acordaron reunirse en las instalaciones de la oficina, por lo que llegaron casi al tiempo. Pasaron a la sala de juntas y Claudia encendió la pantalla para que Max observará lo que había sucedido en esa entrevista. Para Maximiliano es algo cómico ya que Claudia jamás se había encargado de entrevistarse con alguien del personal aunque veía con asombro como se desenvolvieron, él noto que Mariana siente o tiene una gran admiración hacia Villanueva por el lenguaje corporal.

Clau, ¿Sí te diste cuenta, verdad?
¿De qué?
¿Es en serio Claudia?

Sonriendo sutilmente, insiste ¿De qué no me di cuenta?

De veras que sí fueras hombre te lo perdono, la señorita Santana te ve como alguien inalcanzable, de hecho fíjate en este momento (Mariana tiene las manos sudorosas y la empieza a frotar sobre su pantalón)  ¿Si ves este gesto que tuvo?

Ummm, es algo común, ¿No?

Claudia por favor, por más nervioso que uno este, lo trata de disimular de la mejor manera.

¡Bueno! Max, ¿Qué es lo que quieres?

Nada, nada. Bueno solo te diré que tienes a la líder jurídica en tus narices y podría ser una buena dupla contigo en cuanto al desempeño junior que estamos por empezar.

Mira Max si no te conociera bien diría que te estás convirtiendo en cupido. Pero se que eres bueno con la intuición y te haré caso. Solo por esta vez.

Claudia procedió a llamar.