Oscuras verdades

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Con la vista puesta sobre Ymir, como un águila sobre su presa, Zeldris tomando impulsó de sus piernas dio un potente saltó hacia la joven que nunca tuvo oportunidad alguna de siquiera cubrirse  ante el inminente ataque del demonio.

El crujir de huesos quedo grabado en la memoria de los jóvenes qué vieron como  Meliodas se interpuso frente a Ymir pero con el costo de ser sujetado por Zeldris qué le había sujetado y desgarrado las costillas. Acambio Meliodas logro undri se espada en el centro del pecho de su hermano.

—No sigas —pidió Meliodas.

—Todo depende de ti.

Completamente enfurecido por no poder hacer algo para detener a su hermano, Meliodas lanzó un golpe que unicamente sirvió para que Zeldris le inviace metros hacia atrás. Mientras volaba por la fuerza del impactó, todo el cuerpo de Meliodas explotó en un destello de rayos oscuros qué terminaron volviendo encontra del demonio.

Tomando por sorpresa a Zeldris, un impacto sertero lo enviaría directamente contra una de las paredes del centro de investigaciones, cayendo una gran cantidad de escombros sobre el.

—Sufiente de esta estupidez —declaró Meliodas.

Alzandose de entre los escombros Zeldris, este parecía no haber recibido daño alguno, por lo que unicamente se sacudió la ropa y sonrió de oreja a oreja, satisfecho por lo que este estuviera buscando.

Este volvio a extender sus alas, volando a toda velocidad hacia Meliodas a quien sujetaría con fuerza y elevaría varios metros por encima del aire. Pero esta vez no lo dejaría caer, sino que lo llevaría hasta el bosque cercano donde ambos decenderían.

—¡¿Qué acaba de pasar?! —exclamó Connie.

En tanto, rodeados de enormes pinos y árboles a su alrededor ambos demonio se allaban pasados, viéndose uno al otro en un interminable duelo de miradas donde ni por un segundo la mirada de apartaba. Meliodas cerraba su puño con fuerza, sentía que la sangre le herbia.

Pero Zeldris hizo algo que el rubio nunca pensó, este le extendió la mano en señal de una tregua. Por un momento el demonio dudo en estrechar la mano de quien hace unos minutos le había proporcionado tremenda paliza y puso en peligro a sus compañeros.

Finalmente Meliodas aceptó y estrecho la mano de su supuesto hermano que volvió a sonreír de una manera perturbadora y burlona. El bosque se encontraba en completo silenció nisiquiera las aves quisieron hacer ruido alguno.

—Entonces es verdad lo que dijo el rey demonio —comentó Zeldris. —La deidad suprema te convirtió en un humano.

El demonio se sorprendió por las palabras de su hermano, no entendio nada de lo que este decía. Para el todo era confuso, y más bien parecían palabras de un loco, que perdió la cordura.

—¿Y ahora que se supone que eres, un demonio, un humano? —dijo el demonio de forma burlona.

El joven rubio no entendía nada de lo que pasaba, a su mente solo llegaban recuerdos de hace años donde estuvo enterrado bajo escombros luego de intentar salvar a la madre de Eren, en esos momentos donde sentía una impotencia y debilidad iguales a las de hace unos momentos.

—¿Demonios? —agregó Meliodas.

—Pues claro, ¿de dónde crees que vienen esos poderes?

—Pero ¿cómo?

—Nuestro padre y otra entidad te castigaron a ti y tu amada día, cada uno pagando de forma distinta.

En ese instante a la mente de Meliodas vendrían los recuerdos que lo habien estado siguiendo desde su llegada a este mundo. La imagen de una joven de cabello blanco, con cuatro alas qué le llamaba por su nombre con desesperación.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2024 ⏰

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Meliodas en Shingeki No Kyojin [Temporada 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora