Delicioso joven de otro mundo

[ 9 ] ~ Dibujos de construcción de casas ~

Chu He se levantó temprano en la mañana y dibujó los dibujos de la nueva casa. Dado que fue construida específicamente para una sola vez, había muchos inodoros, salas de estar, cocinas, baños y dormitorios.

La atención se centra en la calefacción por suelo radiante y pared, ya que aquí el invierno parece ser bastante frío.

Luego debe haber un kang, y todo el dibujo parece una granja de la vida pasada, que es su tipo favorito.

Qin Xing fue a buscar al artesano con los dibujos, hace dos días, el maestro ya había ido a buscar a alguien para calcular la fecha en la que comenzar a sentar las bases.

Chu He no tenía nada que hacer, así que fue a buscar a su cuñada con la harina de papa seca.

Dado que los fideos deben producirse en masa, en esta era puramente manual, se debe movilizar la mayor parte de la mano de obra.

En cada hogar hay muchas patatas y boniatos, si alguien está realmente dispuesto a hacer fideos y venderlos, será un muy buen ingreso.

Después de todo, su aldea es la única en el condado de Qingyu que tiene patatas y batatas, y también hay gente rica en el condado que, naturalmente, está dispuesta a comer algo nuevo.

Cuando Chu He llegó a la casa de su amo, vio a su cuñada regañando a Rou Tuan. "Aniang te dijo que no fueras al río a jugar con el bebé mayor y los demás. ¿Por qué sigues yendo?"

Aunque Rou Tuan tiene cinco años, el bebé mayor y los demás deben tener alrededor de diez años. Los niños empezaron jugar como locos ¿A quién le importa mirar a estos pequeños?

"Tía pequeña, ayúdame" Los agudos ojos de Rou Tuan vieron a Chu He en la puerta e inmediatamente gritaron pidiendo ayuda.

"Rou Tuan, no le pidas piedad a tu tía" La cuñada no se conmovió y le dio una lección antes de soltarla.

Rouduan se cubrió el trasero y se acercó a Chu He y preguntó con agravio: "Tía pequeña, ¿por qué no me salvas?"

Chu He tampoco sabía qué decir. Después de todo, este padre educa a sus hijos. Cuando sucede, no es fácil para otros interferir.

Chu He sonrió y dijo: "Yo también le tengo miedo a tu abuela". Cuando Rou Tuan escuchó esto, sintió que la abuela era la persona más poderosa, incluso su tía pequeña tenía miedo.

De esta manera, se cubrió el trasero y se acercó a su madre para disculparse: "Mamá, ya no me atrevo a ir al río". No tenía que ir al río, pero no había nadie en casa para jugar con él, estaba aburrido solo.

"Hermano He, ¿qué llevas?", Preguntó la cuñada con curiosidad cuando vio a Chu He llevando algo en la mano.

"Esta es harina de papa, como la harina, pero está hecha de papas. La forma de comerla es diferente a la harina. Primero hay que convertirla en fideos. Si quieres guardarla, simplemente sécala al sol. Cuando lo comas, remójalo y luego mézclalo con carne de cerdo. Es delicioso guisado juntos". La mente de Chu He ahora está llena de comida. Finalmente vino a este mundo, así que, por supuesto, quiere que la gente de aquí coma mejor.

"¿Qué tengo que hacer?" Mi cuñada también sabía que Chu He traía cosas especialmente a la casa para hacerlas, solo para que ella lo aprendiera y que todos lo aprendieran.

"Primero hagamos los fideos, y luego te enseñaré cómo hacer los fideos"

Después de una hora de trabajo intenso, los dos hicieron los diez kilogramos de fideos y los secaron en las tiras de bambú.

Rou Tuan siempre ha estado callado, cuidándolos a los dos, ocasionalmente entregándoles algo, sin mencionar lo bien que se porta.

Chu He y su cuñada se sentaron en el patio a descansar un rato, y luego Qin Xing vino a buscarlos y llevó los dibujos al condado para encontrar a la persona que construyó la casa.