Día soleado, última clase del día, viernes, no hay tarea ni exámenes pendientes, todo estaba bien.
—¿Tienes planes saliendo?— me pregunta mi mejor amiga Donna que estaba sentada alado de mi.
—Solo ire a mi departamento a ver series todo el resto del día— le contesto esbozando una sonrisa.
—¿Y si vamos a tomar una malteada y comer una hamburguesa saliendo?— inquiere haciéndome cara de puchero, esa típica cara de niña pequeña que quiere que le compren algo.
—Esta bien, pero ahora ponle atención a la clase que luego andas reprobando.
La universidad no es fácil, yo entre a estudiar psicología porque pensé que no llevaría matemáticas y me equivoqué, ahora estoy sentado teniendo una clase de estadísticas dónde hay números y letras.
Y siendo extranjero me es más difícil, yo soy de México y vine a España para estudiar la universidad, vivo solo en un departamento algo economico, trabajo por las noches como mesero de eventos y por los días soy un estudiante más.
¿Que me hace especial? No lo sé, tal ves mis ojos verdes en un chico piel morena, tal vez mi pelo negro sobre la cara o mi estatura mediana, o nada y no soy especial.
Conocí a Donna el primer día de clases, ambos estábamos extraviados, ella me preguntó que yo para donde iba y le dije que buscaba el edificio "E" salón quince, ella me dijo que iba para el mismo así que nos hicimos compañia hasta encontrarlo, y de ahí nació nuestra amistad.
Donna es una chica de tes blanca algo bronceada, ojos verdes, pelo rubio con entradas negras, ya le hace falta una decoloración, de figura curvilínea y tenemos algo en común, una nacionalidad, su madre es mexicana y su padre español.
—Vamos Donna guarda tus cosas, ya no hay nadie en el salón— le insisto pues ella tiene la mala costumbre de que en todas las clases saca su estuche y extiende por aquí y por haya sus plumones, dice ella que es para tener mejor control de sus apuntes pero le falta orden en su banca, banca que compartimos.
—Ay tío no seas pesado, ya sabes que me tardo un poco en esto— dice ella mientras recolecta todos sus plumones.
—No encuentro la necesidad de traer todo eso— le comento.
—Si hay necesidad, yo soy la que no entiende como es que sobrevives a la universidad con un lápiz, un bolígrafo negro y uno de color— repela.
—Es que no se necesita nada más— le respondo.
—Bien vámonos— dice Donna terminando de guardar su estuche en la mochila.
Salimos del salón y caminamos a dónde solemos tomar el bus cada que queremos ir a comer hamburguesa, el lugar no queda muy retirado pero nos da pereza caminar de la universidad a el restaurante.
Cuando llegamos nos sentamos en la mesa de siempre.
—Donna, Dorian cuánto tiempo, ¿Que les doy?— dice Bárbara la mesera, ya hemos ido tantas veces a este lugar que nos hicimos amigos de ella.
—Yo quiero una hamburguesa con doble carne y sin mayonesa acompañada de una malteada de chocolate— ordena mi amiga.
—Apuntado ¿Y tú Dorian?— cuestiona Barbie hacia mi.
Le doy una pensada sin dejar de ver el menú que estaba entre mis manos.
—Quiro una hamburguesa con todo menos con mostaza y salsa de tomate, y para tomar creo que una malteada de vainilla— ordenó.
—Enseguida se los traigo.
Donna saca su teléfono y comienza a lo que parece teclear, lleva varios días hablando con alguien, no se con quien pero cada que toma su teléfono se le escapa una liguera sonrisa.
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ILEGAL
RomanceEn el mundo hay dos tipos de personas, las positivistas y las que emanan obscuridad hasta de sus poros más profundos. Dorian es de los que siempre le ven el lado lindo a las cosas y Adriel es la obscuridad andante. Donna es la mejor amiga de Dorian...