Más allá de los besos.

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Jimin entró a su casa con sigilo, ya era de madrugada, alcanzó el primer escalón de las escaleras rumbo a su recámara, cuando la luz de velas lo sorprendieron.

—¡Mamá! ¡Papá! —exclamó sorprendido—. ¡Casi me matan de un susto!

—¿Susto? —comenzó hablar la señora Park—. ¡Susto en que nos tienes a tu padre y a mí! ¿Qué son estas horas de llegar?

—Les pedí que no se preocuparan por mí, que tendría a amigos que me cuidarían.

—Taehyung puede ser buen amigo —dijo el señor Park—. ¿Y Jeon Jungkook?

Jimin abrió los ojos como platos.

—¿Cómo supiste que también asistió Jungkook?

—Jeon Yeji.

—Comprendo, bueno... lo que sucede es que... yo no le di importancia a su presencia, él sólo quería supervisar. ¡Supervisar los movimientos financieros que hice! ¡Sí, eso fue! Y-Y así poder evaluarme si lo realicé correctamente.

—Si no mal recuerdo, eso fue lo que te ofrecí, cuando me platicaste del pequeño negocio que acordaste con la señora Choi.

—B-Bueno, es que... ¡Fue una tarea que le encargó su profesor! ¡Sí! Supervisar una transacción y revisar sus aciertos y deficiencias.

—¿Mmm? —murmuró el señor Park sobándose el mentón—. Primero te hacen ser su secretario, ¿ahora eres parte de su tarea?

—Jimin, hijo —habló nuevamente su mamá—. ¿La petición de mano de Jungkook, sigue en pie?

—La verdad, no lo sé... no hemos vuelto a hablar de eso.

—¿Y la vas a aceptar?

Jimin no supo que contestar, esa noche fue especial, no solo por su primer trabajo, sino por la cercanía que tuvo con Jungkook.

—¿Aceptarás de vuelta a tu vida, a un hombre que te hizo sufrir hasta casi consumirte en vida? —preguntó seriamente su padre.

—Necesito... tiempo, no es fácil contestar esa pregunta.

—¿Lo estás pensando? Hace algunas semanas podías contestar inmediatamente un rotundo no. ¿Y ahora necesitas tiempo?

Jimin percibió el enojo de su padre.

—¿Qué es lo que ha pasado, que te ha hecho cambiar de opinión?

Jimin dio gracias a Dios de que la oscuridad ocultara el rubor de que fue preso, no le iba a contar a su padre de los besos que se había dado con Jungkook, quizás los primeros fueron robados, pero los que siguieron ya no lo fueron.

—Por favor papá, es muy tarde, y mañana... hoy tengo que hacer mi tarea, ¿te parece si lo discutimos después?

—No pasará del domingo —sentenció y emprendió la subida de las escaleras hacia las habitaciones.

Jimin llegó a su recámara y se dejó caer en su cama, agotado física y emocionalmente. Aún recordaba que, en el transcurso del viaje del hotel hacia su casa, Jungkook lo había besado otras dos veces más y él le correspondió.

—¿Qué me está pasando? Me he vuelto adicto a sus labios —recordó tocándose los labios—. ¿Y Taehyung y Yoongi? Ese par de tontos. ¿Cómo me convencieron para permitir que sólo Jungkook me trajera de vuelta a casa? —se colocó una almohada encima de su cabeza—. ¡Mierda! ¿Qué voy hacer, qué voy hacer? ¿Podré confiar otra vez en Jungkook? ¿Cómo sabré que es amor lo que siente por mí? ¿O es pura calentura? Cómo la que estoy empezando a sentir, cada vez que se me acerca... ¿Y qué decir de mi dignidad?... El me rechazó, canceló el compromiso. ¿Realmente podré olvidar esa ofensa? —Jimin no pudo conciliar el sueño hasta un par de horas después.

the elegance of love  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora