La elegancia del amor.

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Habían pasado seis meses desde que el asunto del fideicomiso concluyó.

La abuela Misook obligó a sus nietos, Yeji y Minhyun a que firmaran un nuevo documento, donde se comprometían a permanecer fuera de Seúl por dos años. Durante ese tiempo los hermanos Jeon tendrían que trabajar para sostenerse, ya que la abuela Misook dispuso que se les diera una pequeña pensión sólo para pagar el lugar donde vivirían... sólo eso, lo demás correría por su cuenta, no recibirían ni un centavo del dinero de su padre, hasta que demostraran que se habían convertido en personas económicamente dependientes.

La relación de Jimin y Jungkook se fortaleció más que nunca, viviendo una relación plena, de confianza mutua, adoptaron a Yeonjun, quien no podía ser más feliz de tener una familia, luego de vivir tanto tiempo en la calle, eran ahora una familia, no era perfecta, pero se esforzaban para que el amor que los unió nuevamente, no decayera nunca.

—¡Jungkook!

—¿Mmm?

—¿Qué estás haciendo?

—Te beso.

—¡Pero ahí no!

—¿Por qué no? Eres mío y te puedo besar en cualquier lugar de tu cuerpo.

—¿Y por qué ahí? ¡No... no debes!... ¡No te atrevas!... ¡Jungkook!... ¡Mierda!

Jimin no se había recuperado todavía, cuando Jungkook sin permiso alguno lo penetró. ¿Qué tenía ese hombre que no podía negarle nada? Él era su dueño, no solo de su cuerpo, sino de su alma y corazón y a él le encantaba.

Jungkook se recostó a un lado suyo y con un rápido movimiento, colocó a Jimin encima de él, le gustaba recuperar el ritmo normal de su corazón, sintiendo el cuerpo de Jimin pegado al suyo.

—¿Jimin?

—Dime, amor.

—¿Qué estás haciendo?

—Venganza, dulce venganza.

—Pero Jimin... tú sabes que sucede cuando...Detente Jim... porque si no... yo voy a... ¡No!... ¡No, no te detengas...! ¡Que manos tan eficientes!

Jungkook no podía sentirse más afortunado, tenía al chico dulce y cariñoso, que siempre había admirado, y por otro lado, el chico valiente y temerario que siempre deseó, se hizo presente.

¿Y qué decir de la pasión que se desbordaba entre ellos? En muchas ocasiones tuvieron que hacer acopio de prudencia si no querían terminar embarazados.

—¡Jungkook, es tardísimo! Tenemos que regresar a trabajar.

—Tú tienes la culpa.

—¿Yo?

—¡Claro! Si no me hubieras ofrecido descansar unas horas en tu oficina, esto no hubiera ocurrido.

—Usted exagera, señor Jeon, le dije que podía descansar de su arduo trabajo, no que me hiciera el amor.

—Pues tú te me insinuaste.

—¿Cómo?

—Con ese nuevo pantalón apretado de tu amiga Yuna... Tu trasero se ve tan...

the elegance of love  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora