"Pain or shame"
-...-
Arthur
Mis manos se sentían heladas mientras estaba sentado en la sala de espera de la UCI,no tengo noticias sobre mi esposa y eso hace temblar mis entrañas.
Nunca he sido fan de demostrar debilidad,pero estoy probablemente en el punto más bajo de mi vida,lo único que podían quitarme se me está escapando de las manos.
Mi pedacito de felicidad
Mi Tormenta está postrada en una camilla mientras el cáncer se apodera cada vez más de su cuerpo,los doctores dicen que es cuestión de minutos,pero no estoy listo,maldita sea,nunca estaré listo para dejar ir lo mejor que me ha pasado en la vida.
-Puede entrar a despedirse -me dijo un doctor- no le queda mucho.
Mi alma se quebraba poco a poco.
Entrar y verla fue peor que soportar cualquier tortura física,estaba pálida y sus ojos parecían idos,mirando un punto en blanco de la habitación.
Me arrodille a su lado mientras las lágrimas nublaban mis ojos.
Esto no puede estar pasando.
-No quiero ver esa expresión en tu rostro Arthur,te dije que esto era lo que quería -las lágrimas salían de sus ojos como fuente- estoy totalmente tranquila y en paz,no hay dolor.
-Estas siendo muy maldita mente egoísta,no tienes derecho a obligarme a vivir sin ti -mi voz amenazaba con fallar pero saqué fuerzas de dónde no las tenía- no tienes derecho a hacerme esto.
-¿No puedo decidir sobre mi propia vida?
-Te dije que tu vida me pertenece, así que no.
Ignoró mis palabras y levantó su mano derecha la cual temblaba con fuerza y la posó en mi mejilla,estaba tan fría que dolía,ya no parecía ella,me miró fijo a los ojos con todo el amor que pudo.
-No lo vayas a decir,ni se te ocurra,no puedes hacerlo,porque si lo hicieras,no estuvieras haciéndome esto.
-Te amo Arthur
Las lágrimas salieron de mis ojos y ya no me molesté en detenerlas.
-¿Estás segura de que no es producto de un síndrome de Estocolmo?
-Completamente segura.
De repente su mirada se apagó el monitor indicó que su corazón se detuvo y no pude soportarlo.
El doctor entró corriendo a la habitación y al ver la escena levantó su brazo izquierdo para declarar la hora de muerte.
No puedo dejarla ir.
Saqué mi arma de mi cadera y apunté al doctor con ella.
-No digas una sola palabra,muevete y revivela
El doctor no movió ni un dedo
-¡Te estoy diciendo que te muevas!.
Tomo los desfibriladores,entraron más doctores a ayudarlo y mi cuerpo estaba paralizado mientras veía como las descargas en su cuerpo no hacían efecto,sus ojos seguían abiertos pero sabía que ella ya no estaba ahí.
Se había ido, dejó un vacío gigante en mi alma.
-Señor,ya no hay nada que hacer.
Declararon la hora de muerte y los gritos de agonía y dolor que salían de mi volvían todo más real,caí de rodillas en el suelo mientras el dolor se apoderaba de mi.
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Truth's or Lies
Teen FictionSangre,dolor,furia,traición. Eran las únicas palabras que la describían a la perfección. Ella se había engendrado en el vientre de la luz,de la pureza,pero en su interior,solo había oscuridad,profunda y devastadora oscuridad,que consumía y destruía...