Se giró y miró al techo en un intento de calmar sus emociones. Sus labios temblaron mientras más lo intentaba, porque la sensación de vacío parecía hacerse más grande, como si en lugar de estar solo en su cama, tuviera que haber alguien a su lado.
Paso las manos por su rostro y volvió a exhalar largo, repitiéndose que todo había sido un sueño, uno que no sabía cómo se ideó para crear tantas cosas incoherentes, porque la época de los carruajes, espadas, entre otras cosas eran del pasado, en su realidad había vehículos con motor, electricidad para alumbrar durante las noches, no candelabros, existía la tecnología, computadoras, televisores, entre otras cosas.
Quiso culpar a sus clases de historia y al maldito ensayo que tenía que entregar en unos días más, que lo tuvo investigando durante días; a las películas que vio porque necesitaba documentarse y a pesar de que no eran exactas, le daban una idea visual, lo que desembocó en sueños, por no llamarlos pesadillas.
Revisó la hora. No era ni siquiera la una de la mañana y ya se había despertado. Eso era algo que se había vuelto constante en la última semana. Era como un sueño interminable al que no le importaba si se despertaba, si su día era bueno o malo, en cuanto se durmiera, continuaría como una pesadilla creada para torturarlo. Hasta parecía una serie que vio años atrás, en donde el protagonista leía un libro y cuando quería saltarse los malos momentos, no podía hacerlo, él tampoco podía cambiar su sueño.
Intentó encontrarle un justificativo a todo, porque casi todas las personas que aparecían en sus sueños eran personas que conocía en la actualidad, como su madre, sus amigos, incluso si ya no los veía mucho porque ellos estaban ocupados con sus horarios de jóvenes universitarios, mientras él seguía atrapado en el último año del instituto, ya que reprobó cuando decidió que quería ser un joven rebelde y problemático.
En el último año junto a sus "nuevos amigos", con los que hizo amistad porque no quería estar solo en el instituto, habían estado acosando un doncel que les pareció un blanco fácil, un joven delgado y de cabellos castaños que casi siempre estaba solo, a excepción de las pocas veces que se lo veía acompañado por los gemelos Song, que no parecían poder ocultar su enamoramiento por el doncel, incluso si ninguno parecía tener la posibilidad de ser aceptado.
—¿Por qué demonios te metes en mis sueños, Yu Gian?
Yu Gian, era un joven de dieciocho años, que no solo era su compañero de clases, sino también la víctima de su acoso y, hace una semana había dejado de asistir al instituto, algo a lo que no le prestaría especial atención si no hubiera estado apareciendo en sus sueños, como una manera de torturarlo por todo lo que le había hecho, porque él no creía que hubiera otra razón para que siguiera apareciendo en sus sueños.
La razón por la que Gian se convirtió en su blanco, no solo se debía a que era alguien fácil de atacar, ya que no tenía a nadie con quien era realmente cercano porque acababa de cambiarse de instituto ese año, sino también porque era uno de esos chicos "especiales" como la sociedad había comenzado a llamarlos, por el hecho de que su cuerpo se desarrollaba internamente diferente a los hombres "normales", permitiéndoles concebir. No era un descubrimiento de último momento, pero los hacían parecer como tal.
Él no dejaba de pensar que eran anormales, después de todo, cada persona aceptaba cosas diferentes, por ejemplo, a pesar de que socialmente era visto como normal, todavía había gente que no aceptaba que dos personas del mismo sexo estuvieran juntas, incluso si la pareja estaba conformada por un doncel y "un hombre normal".
Se levantó de la cama y se dirigió al escritorio con intenciones de seguir con su trabajo de historia, porque no podía permitirse suspender esa cátedra y por lo tanto también el año, no obstante, no pudo mantenerse despierto más de diez minutos antes de volver a caer dormido en una posición bastante incómoda, que a cualquier persona le causaría pesadillas.
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Reconstrúyeme (Continúa en Dreame y Joyread)
FanfictionLos donceles han existido desde siempre. Eran un género más en la sociedad que ha sido querido y respetado por casi todos, pero como en cualquier sociedad, existía personas que no podían soportar lo diferente y creían que era una aberración que no t...