La pizzería usa cosas blancas, no estoy hablando de champiñones o queso.

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- ¿Za-Zack? -

- ¡Oh, Liam! Que bien que ya estés aquí, te tardaste unos minutos pero no importa, podría esperar horas. -

- ¿A... Qué te refieres? -

- Nada importante que deba preocuparte. Vamos, ya reservé una mesa para nosotros. -

- Mmm, está bien. ¿Oye, estás seguro de que puedes pagar esto? -

Al decir esto Zack me lanzó una mirada demasiado intimidante, temí por un segundo, si fue capaz de robarme puede ser capaz de todo, desesperadamente toqué mis bolsillos para buscar las herramientas de defensa propia que Charlie me había dado, estaba muy seguro de que mi cara no podía lucir más atemorizada que en ese mismo instante en el que me Di cuenta de que mis cosas habían desaparecido de mis propios bolsillos. Después como si nada hubiese pasado, Zack meneó un poco la cabeza y sonrió alegremente. 

- ¿Buscas esto? - Dijo mientras movia de un lado a otro con la ayuda de su mano, un cuchillo del tamaño de una chocolatina que yo reconocí como mío, él estaba sonriendo de una manera que realmente me helaba la sangre.

- ¿Cómo? -

- Oh, se cayó de tu bolsillo. Disculpa no haberte dicho antes pero, ¿Por qué lo tenías? Te juro que nunca te haría daño. -

- ¿Cómo se yo si eso es cierto? Me robaste, te veo capaz de hacer algo peor. -

- Oye, dije que no te haría daño, pero soy capaz de muchas cosas que no tienen que ver con tu salud... A menos de que tengas algolagnia... -

- ¿Algo... Qué? -

- Vamos a comer querido. - Yo lo miré, extrañado.

- ¿Cómo me llamaste? -

- Damn, sólo era jugando, ¿Ok? Calma. -

En contra de mi voluntad, él tomó mi mano y me hizo seguirle a paso algo apresurado hasta estar cerca de una mesa en la cual estaban unos hombres algo edgys. Asco.

- ¡D! Que bueno verte por aquí. - Dijo uno de los muchachos presentes. 

Zack se inclinó hasta estar a la altura de los oídos de este chico, le susurró algo que no alcancé a escuchar o leer en sus labios.

Y el chico respondió a este susurro. 

- ¡Oh, está bien, Zack! - Dijo mientras reía entre dientes. - Siempre has hecho malas elecciones cuando se trata de des noms. Sé que estás buscando llegar a todo lo que M. B. tiene hasta ahora. Y veo que estás en buen camino. - Dijo mientras me observaba de pies a cabeza.

M. B. Esas siglas me suenan de algo.

- ¡Ne parlez pas de "ça" alors que nous sommes juste devant la clé qui me mènera au jardin, aux archives et aux ingrédients secrets de Bellerose! -

De la nada, Zack, comenzó a hablar un idioma que pude identificar como europeo. Yo no había estudiado este idioma y aún así pude reconocer la última palabra. "Bellerose" el apellido de mi padre, obviamente el mío también.

- ¿Bellerose? Ese... Ese es el apellido de mi padre. -

- ¡Uhg! Oh... Perdóname por sacarte de la conversación pequeño Liam. Estaba... Diciéndole a mi amigo, Beau, que tú eres el hijo de Martin Bellerose, por eso mencioné tu apellido. -

- Sí chico. - Dijo Beau. - Y si quieres puedes llamarme Danger. -

- No le hagas caso. - Interrumpió Zack. 

- Está bien, te llamaré Beau. -

- Bueno... - Respondió Beau.

Mientras caminaba junto a Zack en busca de la presunta mesa de la cual habló, "Está es la mejor mesa, Liam." Dijo entonces. Vi a un hombre de cabello liso y azabache, unos uno coma sesenta y ocho de altura y ojos lindos, claros y azules como el cielo. Su rostro estaba lleno de lindas pecas que lo adornaban de manera espectacular. Seguí viéndolo como por unos escasos segundos y el se encontró con mi mirada atenta a él. Me asusté y desvíe mi vista, después volví a observarle, él me hizo un ademán de que me acercara a él, estaba algo nervioso, no lo conocía, pero la curiosidad siempre es la que mata al gato, ¿No?

- Zack, vuelvo en cinco minutos. -

- ¿Adónde vas? -

- A saludar a un viejo amigo. - Mentira, apenas y lo había visto hoy y en este justo momento.

A paso apresurado fui hacia ese hermoso chico. Me saludó y me dijo que me acercara más.

Este individuo, susurrando en un tono de preocupación dijo.

- ¿Por qué estás con ese muchacho? -

- ¿Zack? -

- Dios, Danger tiene razón, no hace buenas elecciones. -

- ¿De qué hablas? -

- Mira, hay algo más importante aquí. Si sigues con él, muy probablemente vas a terminar lastimado, no hablo sentimentalmente, estoy hablando de forma literal. -

- ¿A qué te refieres? -

- Déjame hablar. - Tomó un gran suspiro. - Zack, como lo conoces. Está tras el negocio de Bellerose. -

- ¿Mi padre? -

- Exactamente. -

- ¿Por qué querría una simple pizzería? -

- No, no es la pizzería. Veo que no sabes nada de tu propio padre, ¿eh? -

-...-

- Verás, tu padre, desde que tu abuelo murió, heredó dinero, la pizzería y otras cosas. Pero, lo más importante es el apellido que carga sobre él, tu abuelo siempre estaba metido en mafias y cosas peligrosas, siempre ha sido un desconsiderado y despiadado. Tu abuelo nació y creció en el mundo del ghetto, siempre ha estado entre el peligro, mataba a cualquier ser vivo sin ninguna piedad, era un completo psicópata. Se unió a una pandilla apodada "Flower Store", lo único que yo sé a fondo es que hacen tráfica de blanca, drogas, órganos y armas. Los ayudantes de esa mafia de tu abuelo siempre hablaban sobre algo llamado "El jardín" sólo los miembros internos saben de esto. Y... Todo eso pasó a tu padre, justo en el momento en el que muera pasará a ti. -

- ¿Y tú cómo sabes eso? -

- Fui guardaespaldas de tu padre, pero... Una vez se enojó conmigo porque malentendí una misión, la hice mal y él mató a mi hermana menor. Me cansé y me largué de allí. -

- Oh, Dios. -

- Aún me siguen buscando, al haber estado tanto tiempo en el trabajo sé más de lo que debería y eso para tu padre es crítico. El chico con el que estás a punto de cenar fue el mejor francotirador de tu padre, a él también lo buscan, pero él tiene otros planes en mente. -

- Entonces, la pizzería usa cosas blancas y no son queso o champiñones. -

- Cocaína. -

Le di mi número telefónico y volví con Zack, al menos si yo sabía eso tenía que intentar pararlo.

 "No quiero ser como mi padre." Me dije a mi mismo.

- Volví, Zack. -

- Oh, siéntate, por favor. -



Necesitado. (Buena pizza, gran pizza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora