Un pequeño con un adolescente, el niño se encontraba quitándole la cadena del cuello con divertidez, mientras que el niño grande se encontraba quejándose.
-no lo se..
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3 meses, su padre aun no llegaba, suponía que le estaba presentando a sus demás hermanos, pues era casi medio continente. Eres dicifil viajar de lugar a lugar.
Pero este día no sería asi. Un niño paseaba por los grandes pasillos del lugar, no tenía nad que hacer, su maestro tuvo que faltar hoy, por problemas no contenia tarea encargada ni actividades por completar. Ya había hecho todo.
Un carrusel deteniéndose, el sonido de los caballos gimiendo, hambrientos y un poco deshidratados, el Imperio bajando lentamente con elegancia. Entrando a aquel grande castillo perteneciente a el mismo, esperaba tener a su pequeño en brazos, pero, lo primero que hizo fue ir a su oficina. . . Valla que si tenía mucho que hacer.
Un pequeño niño emocionado de ver a su padre bajo con un poco de pena, tocando la puerta de la grande habitación.
Toc Toc. Dos toques:En la puerta.
-Pasé- dijo serio y firme, estaba tan concentrado y molesto por al llegada de tantos trabajos. Pero tenía una sorpresa para su hijo. El niño entró gentilmente, con suavidad dio un paso, haciendo eso. Fue corriendo hacia su padre, abrazando lo fuertemente.
-¡Papi! Por fin llegas- grito con felicidad.
-Jajaja, si mi amor, solo te tengo una sorpresa que encontré mientras viajaba durante el año.- le comentó.
-Ho, ¡¿donde esta?!- grito emocionado con la mirada buscándola.
-Solo tendras que esperar- se paró y cargo al niño, mientras lo sentaba en su lugar para dirigirse a la puerta.- quedate ahí, vengo en breve- el hablo, saliendo y cerrando.
El niño movía y veía el movimiento que hacia con sus piernas, se sentía grande. Desesperado, se paró, pero al toque de una puerta abriendose era su padre, con alguien, atrás.
-¿Te dije que te movieras?- pregunto levemente sonriente. El pequeño se encogio en su lugar, pues tenía miedo.- Jajaja, bueno. No te preocupes Nueva España.- alzó el regalo bruscamente, dejando caer a un chico mayor que el niño, la caída asusto un poco al pequeño. Alejándose
-¿q-quien es?- pregunto, para acercarse, lentamente y agacharse- acaso, es. . . ¿Un esclavo? - pregunto curioso, mientras que el tocaba el cachete. El chico se molesto y le trato de morder, algo que el español hizo que le pegara fuertemente.
-Si, hijo mio, puedes hacer lo que quieras con el- sabiamente, comentó.
-Oh, ¡gracias papá!- se paró para abrazarlo, fuertemente el cual el contrario aceptó, incluso le lleno la cara de besos y en su cuello.
≪Tks, si no fuera por este tonto niño, estaría con el rey y la reyna. . .≫
