Reacciones | Hunter x Hunter

Kurapika Kurta

Estabas reunida junto a tu grupo de amigos, Gon, Killua, Leorio y Kurapika. Después de una noche de terror en Yorkshin, las arañas estaban muertas o eso era lo que creían. Hasta que un mensaje de Hisoka les hizo enterarse de la realidad.

—Bueno, hay cosas que hay que admitir y es que el líder de la araña es todo un chocolatito. Tremendo desperdicio. —Admitiste poniendo tus manos en tu rostro.

Si Kurapika me mira mal, yo no me daré cuenta, asi que no contará.

—¿Un chocolatito? ¿A que te refieres ___? —El pobre niño inocente, Gon preguntó.

Quitaste las manos de tú cara para mirar al duendesito, ignorando la terrible mirada que te enviaba Kurapika, sonreíste y dijiste —Pero Gon, significa que esta re buen–

—Puedes dejar de decir estupideces ___, gracias. —Habló el rubio irritado. Si, estaba enojado de escucharte halagando el físico de posiblemente la persona que más odio, pero dentro de el se despertaba un sentimiento más fuerte y eran los terribles celos.

—Solo decía Kura, no te enojes. —Lo miraste con ojos de cachorrito y el negó con la cabeza —Tú eres el más lindooo siempreeee, no te enojes.

—¿Y tú como sabes como luce el líder, ___? —Preguntó Killua curioso, interrumpiendo según tú, tú mayor coqueteo hacia el rubio. Miraste al techo intentando fingir ignorancia, por lo que los presentes bufaron, exceptuando por Gon, el cual se reía ligeramente incomodo por la tensión.

Ay mi Killua, si supieras lo que uno hace con un par de clicks en internet por chismosa.

—Necesitamos que alguien vigile la base y nos de información. —Habló Kurapika, comenzando a idear al plan.

—Yo puedo hacerlo. —Killua levantó su mano.

—Solo queremos a la mujer, Pakunoda. Puedes ignorar a los demás. —Killua asintió a lo dicho con un simple "Bien"— Sé muy cuidadoso.

—Necesito un conductor que me acompañe, Leorio, ¿cuento contigo? —El mencionado se sobresalto a lo dicho, afirmando pero dudosamente.

—No te preocupes. Estarás a salvo si estas con Kurapika. —Asentiste a lo dicho por Killua.

—Dudo que Kurapika deje que te suceda algo, Oreo. No te preocupes. —Le guiñaste un ojo y te miro algo enfadado.

—Ya basta, Killua, ___. No estoy aterrorizado. —Habló Leorio enojado.

—Bien. ¿Entonces que hay de mí? —Hablo Gon, interrumpiendo la posible mini discusión que seguro iba a suceder entre Leorio y tú. Por decir algo que sugeriría que era miedoso y tú por que te mirara mal.

—Crea una distracción. Gon, necesito que llames la atención por medio segundo, de preferencia un segundo con la estrategia que desees, para que yo pueda capturar a la mujer Pakunoda e irme en silencio. —Explicó Kurapika a Gon, ante la mirada dudosa de Killua, quien argumentaba que era muy peligroso.

Gon se veía dudoso así que apretaste su hombro levemente, a lo que te sonrió debilmente.

—Puedes hacerlo Gon, eres increible, algo se te ocurrirá. —Animaste al más pequeño.

—No estoy seguro. Necesitó pensarlo un poco.

—Tenemos 6 horas. Si la subasta sigue adelante, las arañas atacaran ant—

—Oigan, esperen. —Llamaste la atención de todos poniéndote de pie —¿Que hay de mi? ¿Que debo hacer?

—Nada. —Te respondió Kurapika de inmediato, a lo que soltaste un grito al aire.

—¿Como que nada? ¿Esperan que me quedé sentada tomando el té mientras salen a arriesgarse? Lo tomaría, pero me ofende. —Señalaste a Kurapika, enojada.

—Es muy peligroso, ___. No puedo arriesgarte de esa forma.

—¿Y a los demás si? —Lo miraste mal a lo que el rubio miro hacia otro lado — Me siento discriminada, adiós. No me hablen, estoy enojada.

Te fuiste determinada, aunque poco te duró la determinación, porque volviste diciéndole a Kurapika que le ayudarías así sea a limpiar el carro en el que irías.

—Vaaamos Kura, limpié el carro de mi papá cuando me castigó por escaparme de la escuela. Estoy experimentaba y capacitada, aceptaaa. —Hablaste tomando el brazo del rubio y sacudiéndolo, quien seguía negándose a todas tus propuestas.

—____ podría ayudarme a distraerlos. —Habló esta vez Gon, apoyándote. Recibiendo una mirada asesina de Leorio y Kurapika.

Killua río escandalosamente —¿Y que hará? ¿Ligar con el jefe o con algún miembro para distraerlo?

—¡Que buena idea Killua! A decir verdad lo pensé, pero daba miedo un poco. Digo, uno no sabe, quizás le diga "Hola guapo" y me claven un cuchillo.

Claramente las miradas asesinas se dirigieron ahora al albino, quien te miraba cuestionándote seriamente sobre tu salud mental, digo, la de el no es que estuviera mejor pero no consideraba ligar con gente de la banda más peligrosa y buscada.

—¡Esta prohibido que tengas un novio de la araña! —Habló el más alto, señalándote con una vena marcando en su cabeza.

—Esta bien papá, solo sera una distracción. Por favor Kura, solo quiero ayudar. —Le miraste seriamente, por lo que el rubio no tuvo más remedio que aceptar. Sabia lo insistente que eras y que lo perseguirías hasta en el baño para que te dijera que si, y no sabia si podría seguir disimulando los nervios que le causaba tu presencia.

Y es que el rubio sentía muchas cosas cuando lo llamabas solo para contarle como había ido tu ida, cuando en su celular veía que le enviabas fotos de lo que comías, lo que comprabas. La felicidad que le generaba cuando tomabas su brazo para guiarlo a alguna tienda de ropa bonita, o cuando lo abrazabas.

Sentía que ese vacío en el que se había sumergido se llenaba de tan solo el mínimo de aprecio que le dabas. Y eso, lo aterraba totalmente, porque sabia que si te perdía perdería totalmente el autocontrol que había logrado construir. No quería que nada te pasará, y solo quería que te alejaras de la araña. Pero eras terca y solo querías ayudarlo contra ellos, porque sabias lo mucho que significaba para el.

Kurapika te amaba tanto, que no quería hundirte con el en el abismo que el mismo, se había encargado de construir y aunque tuviera que fallar en contra de su propio juramento de nen, muriendo. Te protegería, a toda costa.