Citas y mentiras

Capítulo 2 "Renunciado al pasado"

-Buenas noches, ¿Que les gustaría ordenar? – el mesero pregunto

- Me podrías traer una botella de Chateau Petrus, por favor – su francés era perfecto, pero era excesivo pedir una botella de vino cuando yo solamente podía tomar a lo mucho dos copas, ¿cuánto saldría una botella? en el menú no salía esa botella o quizás yo no sabia interpretar el lenguaje francés para nada – y dime Meredith ¿a qué te dedicas? -

-Soy la encargada de las finanzas en la empresa de mi exnovio- era vergonzoso el reconocer que toda mi vida giraba entorno a él, no podía entender cómo me permití llegar a estos extremos- es una empresa dedicada a la valuación de empresas en decadencia, para comprar y revender-

-Aquí esta su vino- el mesero empezó a sacar el corcho de la botella - ¿gusta que le sirva?

-Yo puedo hacerlo, gracias- su mano derecha dejaba al descubierto el inicio de muchos tatuajes alrededor de su brazo mientras servía en mi copa un poco de vino -entonces te definirías a ti misma como una mujer inteligente- sus preguntas eran demasiado directas para mi gusto.

-Depende del tema en cuestión- tome un sorbo de vino mientras el inclinaba una de sus cejas dándome paso a seguir- si hablamos de números no hay nada que se me escape pero en cuestiones del amor, queda plenamente a la vista que carezco del atributo de la inteligencia Max- sus labios se curvaron en una ligera sonrisa mientras tomaba un poco de vino- ¿y tú te consideras inteligente? -

-Depende del tema en cuestión- sonrió como si fuéramos amantes prometiéndose un encuentro rápido en alguno de los baños cercanos, una ligera punzada en mi centro me hizo apretar las piernas- en temas de negocios no hay nadie mejor, ahora si hablamos de temas del amor puedo decir que no estoy interesado- su mirada era directa, no dejaba ni una pizca de vacilación en ella. Un hombre muy seguro de sí mismo.

La charla siguió de lo mas tranquila, nunca pregunto por Oliver ni por la despampanante rubia que lo acompañaba, yo intentaba no prestar atención en la sensación que tenia a mis espaldas donde estaba segura el no quitaba la vista sobre nosotros, todo era un caos en mi cabeza, por un lado Oliver, luego tenia a este hombre de ojos verdes que me miraba como si fuera el mas extraño de los cubos Rubik y su trabajo fuera descifrarme y por ultimo la cuenta; estaba segura que la botellita de vino era cara, eso sin contar que Max ordeno casi todo el menú, definitivamente le rogaba a los cielos que el monto de mi tarjeta de crédito fuera suficiente para cubrir la deuda. Es en estos momentos cuando caigo en cuenta de lo impulsiva que puedo llegar a ser, si Victoria estuviera aquí esto seria mucho peor, seriamos dos impulsivas armando drama.

Cuando la cuenta llego a mis manos quería morirme, mi tarjeta no seria suficiente, una vida trabajando no seria suficiente, la botella de vino salía lo mismo que me costó mi auto ¿cómo carajos era eso posible? ¿cómo pagaría esto? ¿llamarían a la policía? Definitivamente sería el hazme reír de Oliver, de nada serviría esta pequeña venganza

- ¿El pago seria en efectivo o necesitan la terminal? - mi cabeza daba vueltas, tendría que usar los ahorros que tenia para la operación de mi papá

-Ter- no me dejo terminar de hablar cuando decidió interrumpirme 

-Cárgala a cuenta de siempre, ya lo sabes- su voz como siempre tan autoritaria, el mesero asintió mientras se retiraba

-¿Prefieres que te lo de en efectivo o en transferencia?- enarco su ceja – dije que yo pagaría la cena-

-No me des nada, déjalo asi, la vida hará que me devuelvas el favor- se acerco sutilmente a mi oído y susurro – estoy seguro de que nos toparemos, vámonos.