⁜Capítulo 3⁜

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Shinjuro no había podido dormir toda la noche, se sentía nervioso de pensar que su hijo volvería a casa, no quería decepcionarlo pero tampoco sabía cómo darle amor a alguien a quien ha tratado como basura, estaba orgulloso de su hijo por ser un gran atleta pero verlo a él es recordar la feliz familia que solía tener y ahora eso solo eran recuerdos.

Flashback

Eso es, pequeño - felicitaba en voz baja al ver a su hijo mayor mejorar en las posturas - te has esforzado mucho - sonreía mientras acariciaba la cabellera del menor

Era una imagen conmovedora, padre e hijo practicando kendo juntos, su esposa observándolos mientras acariciaba su vientre por el pequeño que venía en camino y una preciosa tarde de primavera que era testigo de aquella felicidad.

- ¿Qué opinas? - preguntaba el hombre quien volvía al engawa para acompañar a su esposa, dejando a su hijo hacer los demás ejercicios

- Nuestro pequeño ha crecido mucho - sonreía con dulzura la bella dama

- ¿Y qué me dices de este pequeño de acá? - la voz de Shinjuro era tierna y juguetona mientras se acercaba al vientre de su esposa para acariciarlo y darle un beso adonde se encontraba su hijo, se sentía bendecido de ver a su esposa embarazada como la reina que era en su corazón

- De seguro será igual de fuerte que tu - decía mirando a su esposo con amor - sus pataditas son muy notorias

- Me siento tan afortunado - suspiraba mientras miraba el cielo - tengo un hogar, un hijo idéntico a mi, un bebé en espera y... - se detuvo unos segundos para besar la mejilla de su esposa - ...una preciosa esposa

- ¿Crees que el parto salga bien? - su rostro mostraba preocupación, la misma que mostró antes que Kyojuro naciera

- ¡Claro que todo saldrá bien, cariño!

- Pero...

- ¡Ni siquiera lo digas! - interrumpió el hombre

- Solo escúchame

- Ruka... - suspiró, no quería pensar en tal trágica idea, sabía que su esposa se preocupaba mucho pero no quería ni pensar en esa posibilidad

- Si algo me pasara durante el parto, quiero que me prometas algo - su tono de voz era dulce pero con cierta preocupación

- ¿Qué quieres que te prometa, amada mía? - tomaba su mano como si se tratase de la porcelana más fina del mundo

- Qué cuidaras muy bien de nuestros hijos - colocó una mano en la mejilla de su esposo - los amarás mucho y los acompañarás en cada paso que den

- Ruka, tú estarás conmigo

- Promételo... - insistió

- Te lo prometo - finalizó dando un beso a la mano de su esposa

Quién diría que esa idea fue planteada en el momento equivocado.

Fin del flashback

El hombre mayor continuaba mirando el techo mientras los recuerdos pasaban por su mente, recuerdos que resultaban ser dolorosos pero entre ellos se colaba aquel beso dulce que Tanjiro recién le había dado, luego de mucho tiempo de verlo como un juguete sexual, pensó en él como un amor adolescente, recordando el beso cálido, suave y lleno de ternura que le había dado. Inconscientemente Shinjuro palpaba sus labios con sus dedos, siéndole imposible creer que había tenido esa clase de sensaciones con su alumno. Al no tener nada de sueño, el hombre se sentaba a la orilla de la cama pensando sobre qué pudo haber provocado eso: no era que estuviera enamorado de Tanjiro, obviamente no, solo era su pareja sexual que estaba con él por dinero pero pensándolo bien, no era mal muchacho, era dulce, amoroso, disponible y a pesar de los malos tratos, siempre le dedicaba una sonrisa.

Oh, daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora