Me desperté de un sueño demasiado raro a mi parecer, aunque más que un sueño parecía algo que ya había pasado.
Algo de lo que soñaste fue aún niño de ojos azules.
- Vamos a seguir jugando Aiko.- dijo aquel niño de ojos azules tan curioso.
- Claro, ¿Qué vamos a jugar? Aizetsu.- preguntaste curiosa mientras lo veías.
- Antes de seguir jugando Aiko quiero que me prometas algo. - dijo aquel niño curiosa por saber seguiste mirando asentiendo levemente con tu cabeza en respuesta a un si.
- Cuando seamos grandes.... Quiero que nos casemos y vivamos juntos.- dijo lo último en un tono avergonzado pero curioso por saber cuál era tú respuesta, cuando ibas a responder todo se volvió borroso, fue cuando te diste cuenta que ya estabas en tú habitación.
- ¿Por qué su cara me suena tanto?.- dijiste para ti misma.
Después de aquello te diste un baño y preparaste el desayuno para ir a la escuela, ya faltaba tan poco para que fueran las vacaciones.
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Llegaste y lo primero que viste fue a Karaku en el pasillo hablando con una chica así que solo lo saludaste con la mano.
- Aiko? Te extrañe mucho.- habló está vez Urogi mientras se abalanzaba sobre ti , te abrazo en un cálido abrazo, cualquier persona pensaría que son pareja.
-Urogi pero recién ayer me ví contigo.- dijiste está vez correspondiendo aquel abrazo, tu cara quedó en medio de su pecho asi que era inevitable sentir arder tus mejillas.
Después de eso te acompaño al salón mientras hablaba contigo.
Al parecer no había venido tú única amiga, así que no sabías con quién te podrías juntar, pero por ahora no querías pensar en eso. Las clases se pasaron muy rápido y ya era la hora del almuerzo, te sentaste abajo de un árbol con una linda vista, pero al parecer no eras la única Aizetsu también ya estaba sentado ahí.
-Aiko? Que haces aquí sola?.- preguntó Aizetsu mientras te veía curioso, realmente estaba feliz tenía mucho tiempo que no hablaba con la persona que tanto le gustaba desde pequeño.
Sobre tú pregunta es por qué no vino Hanae, no te molesta que me siente aquí verdad?.-
No, al contrario me gusta pasar tiempo contigo aunque para ti recién me vas conociendo.- dijo Aizetsu.
-Tienes razón pero pareces alguien agradable.- decías mientras comías una manzana.
Después de terminar de comer, decidiste irte a pasear un rato con Aizetsu aunque aquella escena no le gustaba tanto a una persona que miraba de lejos, sus ojos amarillos veían con celos como Aiko le sonreía a Aizetsu.
