Salí temprano rumbo a la universidad,
!Uy si! Mi primer día como estudiante de medicina.
Saco pecho y llevo los cuadernos en la mochila, soy un flamante universitario listo para descubrir los enigmas médicos más rebuscados, hasta me imaginé el discurso cuando gane un premio Nobel.Primera lección, las palabras exactas de nuestra primer docente:
ustedes son unos monos inservibles, abortos de la naturaleza, sí logran pasar este año quizás los considere personas..."Waw con esta charla motivacional de primer nivel, unos diez no regresarán a clases"
... Si son capaces de salir de la facultad de medicina les esperan largas horas de desvelos, trabajo duro, malos tratos en algunos casos, serán adictos a la cafeína y tomarán desiciones difíciles, porque tendrán en sus manos la vida de una persona.
Que sean malos o buenos médicos depende de ustedes y de nosotros, por eso elijo apretarlos y exprimirlos para sacarles lo mejor.
! Me vale un gorro si les caigo bien o mal!
! Vinieron a prepararse!Escuchamos con mucho aprecio a la doctora Kureha. Ella siempre tan linda y mordaz.
Las siguientes clases fueron igual de instructivas, pero no usaron las dulces palabras de la primera !Gracias a Dios!
El profesor Marco Fénix era un buen tipo, agradable y un " viejo sabroso" según los murmullos en mi espalda.Las clases continuaba día tras día, el conocimiento adquirido era maravilloso y muy interesante.
Dos semanas... tres... cuatro...
!ya soy todo un experto en teoría!
Leo libros por montones y tengo unas ojeras tan pronunciadas como las del asistente del Doctor Marco.
Y ya que hablamos de su asistente...
!Que tipo más amargado! Cielos, ese chico tiene una cara tan agria que sería capaz de fermentar una botella de vino con la mirada,
ok estoy exagerando. Pero en serio, si ese tipo algún día ríe, me gustaría estar para verlo.
!Debe ser todo un espectáculo! (Sarcasmo)Todos los días voy a la cafetería antes de ir a clases y pido: " Un café con leche"
!Oh no! Se cumplió parte de la profecía de la dulce Doctora Kureha... la adición a la cafeína.
Estaba por marcharme cuando el asistente del doctor Marco se apoyó en el mesón y pidió un cafe negro solo.
Quise saludarlo lo juro, solo que el muy engreído no dió una sola muestra de buena educación y decir " buenos días"
Y aquí estoy yo como idiota mirándolo embobado.La dependienta le entregó su pedido y él le dió las gracias. Se giró y me miró fijamente con sus hermosos ojos grises.
- Buenos días Monkey~ya
Y se alejó. Eso me tomó por sorpresa, tanta sorpresa que no respondí.
Mi rostro se puso rojo como un feo tomate.
! Ah mierda! ¿ Quién era el maleducado ahora?
Los días pasaron y en la cafetería se repitió el mismo procedimiento, esta vez yo lo saludé primero.
Él me miró y asintió con la cabeza. Estaba por marcharme cuando mi mochila resbaló y mi café se vació salpicando el pantalón del asistente.
- ! Lo siento tanto! - gemí y en mi intento de limpiar su ropa golpeé su mano y volteé su vaso con su bebida.
- Descuida, no...espera !detente!- gritó el moreno y le miró fijamente con el entrecejo arrugado - Déjalo... yo lo arreglo, no te molestes Monkey~ya.
Y salió de la cafetería.Creo que está de más, decir que me sentí super mal después de esto y fue peor, parece que se marchó a su casa por ropa y llegó tarde a la clase. Marco le lanzó una mirada seria y al salir pude escuchar claramente un llamada de atención.
Esperé afuera para disculparme.
El moreno salió de la sala después de Marco.- Eh...hola
El moreno se paró en seco y arrugó el entrecejo.
- ¿puedo invitarte un café? - pregunté casi como una suplica.
El joven exhaló y asintió con la cabeza.
Supongo que mis ojitos de borrego ahorcado a medio morir ayudaron .- Un café con leche y un café solo- pedí.
Él me miró asombrado.Trajeron nuestras bebidas y nos sentamos en una mesa alejada, fue él quien decidió sentarse ahí cerca de la ventana.
- Eh... lamento lo de tu ropa - dije realmente apenado.
- No te preocupes, gracias por el café- respondió bebiendo sin mirarme.
Eso me molestó.- Eh ... es ...¿estudias medicina entonces?- murmuré .
- Es evidente...
- ! Solo quiero hablar un poco! No necesitas ser tan borde y maleducado !idiota!- protesté.
El joven soltó un resoplido.
- Pensé que querías disculparte y ahora acabas de insultarme- comentó en tono burlón y arrugando el entrecejo.Enrojecí y mordí mis labios.
- Si te soy tan molesto, creo que debería retirarme - dijo y se levantó.
- !No! Los siento no debí insultarte, aunque lo que dije sea verdad, espera lo lamento...
¿podrías sentarte por favor? - Dije de inmediato, quería pagar de alguna manera mi "culpa" y en vez de eso, seguía metiendo la pata.Él se encogió en hombros y volvió a sentarse.
- Soy borde y también fui grosero- admitió y sonrió brevemente.
Que admitiera parte de su culpa fue un respiro de aire fresco; Es más incluso parecía menos reacio a hablar.- Medicina tercer año... bueno era - dijo bebiendo su café.
Sonreí satisfecho, si quitamos su expresión
de pocos amigos es una persona bastante accesible.- Monkey D. Luffy un gusto ... bueno más o menos- me presenté.
- Trafalgar Law - respondió con una ceja levantada - soy yo quien corrige los trabajos, conozco muy bien su apellido Monkey~ya
Es muy aplicado pero bastante desordenado con sus ideas y planteamientos.No esperaba un diagnostico de mis trabajos y mucho menos que recordara esos detalles.
Eso fue vergonzoso, yo por mi parte nunca pregunté o averigüé nada sobre él, porque bueno... "solo era el asistente".
Además... ! Que nombre más complicado!- Torafu... Trafagla... torfu ... !Argh! !Torao! - exclamé al final para disgusto de mi interlocutor.
- ¿Eh?
Los días, semanas y meses que siguen después de este breve encuentro se contarán como los más hermosos de mi vida y ¿por qué no?
Mi mas valioso tesoro.
ESTÁS LEYENDO
Un sueño cumplido
FanfictionUna historia de amor con muchas sorpresas y secretos profundos