𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟵: ¿Él y yo? Imposible

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Sus labios estaban demasiado cerca, pero no lo suficiente. Los necesitaba aún más cerca...

Mi corazón latía tan fuerte, estoy segura de que él podía escucharlo. El silencio y la tensión nos abrazó mientras nuestras respiraciones se entremezclaban. Sentía adrenalina en mi pecho, un agradable peso en él y una voz en mi cabeza que me decía: "hazlo".

Pues, sí. Hazlo, ¿a qué esperas?

Habían sido órdenes de mi mente, mi mente completamente hipnotizada bajo los encantos de este hombre. Me sentía hechizada, pensando en algo imposible y sobre todo... prohibido.

Esto que siento nunca saldrá a la luz, es simplemente una fantasía. Una ridícula e inaceptable fantasía. Pero sería mi secreto, sería mi fantasía secreta la cuál no sería posible cumplir. Y a mi mente retorcida le gustaba eso, desearlo y saber que nunca podrá ser. Sufrir por la lejanía de sus labios y su corazón. Me voy a dar la cabeza contra la pared luego de hacer lo que estoy apunto de hacer.

Miré sus labios una última vez antes de cerrar mis ojos y acercarme a él con la intención de sentirlo, sentir sus labios carnosos sobre los míos, saborearlo y explorar. No pensé en las consecuencias ni en lo que podría pasar luego de esto, pero en momentos así nunca lo hacemos. Simplemente lo hacemos por capricho, y yo estaba siendo caprichosa.

Abrí los ojos cuando noté que sus labios ya no estaban a mi alcance. Se había echado hacia atrás y fue justo ese momento en el que un hombre abrió la puerta. Era un hombre de mediana edad que vestía un viejo overol azul. Sostenía una cubeta con una mano mientras que con la otra sujetaba una mopa. Frunció el ceño, mirándonos con completa confusión. Jason carraspeó antes de murmurar un "discúlpanos" y se largó del cuarto, dejándome aún dentro.

Aún no puedo procesar lo que estuvo a punto de suceder.

Hay tanto que procesar.

Se había alejado. Evitó el beso, y la verdadera pregunta era: ¿por qué estuve a punto de hacerlo? ¡No tiene ningún sentido del mundo!

¿De verdad tendremos esta discusión otra vez?

Lo detesto y es mi profesor, eso estaba completamente fuera de lugar. Y me sorprendí a mi misma al pensar en todas esas cosas totalmente inadecuadas. Ahora me sentía desilusionada, como si en algún momento lo hubiese estado.

Eres una idiota.

Me quedé plantada dentro del cuarto de limpieza durante un buen rato mientras el conserje buscaba una cubeta nueva y quién sabe qué mierda más. No le puse atención, tenía la mirada perdida, aún con mi cabeza hecha un desastre. ¿De dónde salió ese deseo tan repentino por tenerlo cerca? Estoy alucinando sin duda. Las escaleras afectaron mi cerebro de algún modo, no cabe duda.

No he sentido esto desde los primeros meses que llevaba saliendo con Noah. Toda esta emoción, la necesidad, el... el...

El deseo.

Por supuesto que no, no podría desear a alguien como Jason ni aunque quisiese, que por cierto es algo que nunca querré. Mi corazón continuaba latiendo fuertemente, me dieron ganas de calmarlo con un fuerte golpe en el pecho. Me sentía humillada, porque ahora quedé en ridículo y no había vuelta atrás. No podía deshacer mis acciones o evitar el hecho de que ahora me verá más idiota de lo que ya me veía.

Me acomodé el cabello hacia atrás y salí del cuarto de limpieza, respirando hondo y calmando mis nervios. El bullicio me recibió cuando abrí la puerta de roble. Me encontré con un salón lujoso, por supuesto. Las paredes eran blancas, llenas de cuadros que supuse que estaban siendo exhibidos para la venta, el suelo era de mármol y habían varias mesas redondas donde las personas comían algún que otro aperitivo y conversaban sin parar. A un costado del salón había una mesa larga repleta de comida. El estómago me hizo ruido y me acerqué a ver qué opciones tenía.

Tuya En Secreto #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora