HOUSE OF BLACK || Theodore Nott fanfic!
"Ser una Black digna de su apellido".
Madelyn siempre había tenido esos pensamientos, especialmente al recordar que su padre, Sirius Black, traicionó el legado familiar al irse a los Potter.
Detrás del árbol...
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CAPÍTULO TREINTA Y DOS «Día de San Valentin»
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Había tantas cosas por las que preocuparse y tanto que hacer (una cantidad asombrosa de deberes que muchas veces tenía a los estudiantes de quinto curso 1 trabajando hasta pasada la medianoche) 2 que el mes de enero estaba pasando a una velocidad alarmante. Antes de que Madelyn y sus amigos se dieran cuenta, febrero ya había llegado, trayendo consigo un clima más húmedo pero menos frío, y la emocionante perspectiva de la segunda excursión del año a Hogsmeade.
Desde aquella noche en la sala común, Madelyn apenas había tenido tiempo para compartir con Theodore, absorbida por la vorágine de sus obligaciones académicas. Daphne, por su parte, se había mantenido ocupada con sus propios asuntos, aunque siempre encontraba un momento para intercambiar alguna sonrisa cómplice con Madelyn en los pasillos.
La mañana del catorce de febrero, un día que prometía ser diferente, Madelyn se vistió con especial esmero, eligiendo cuidadosamente cada prenda.
Junto a Pansy y Daphne, se dirigió al Gran Comedor para desayunar, justo en el momento en que las lechuzas comenzaban a llegar con la correspondencia matutina.
Madelyn tomó la carta que descansaba en el pequeño montón de su lechuza, y una sonrisa iluminó su rostro al reconocer la elegante caligrafía de Narcissa. Después de leer con atención las palabras de su mamá, comenzó a desayunar en compañía de sus amigas.
Su mirada se detuvo, con una mezcla de curiosidad y expectación, en los estudiantes que se movían de un lado a otro del Gran Comedor, portando llamativos ramos de rosas y cajas de chocolates en sus brazos. "Es increíble la cantidad de cursilerías que se ven hoy" comentó Daphne con una sonrisa divertida, aunque en sus ojos brillaba una pizca de interés.
¿Le daría Theodore algo también? La pregunta revoloteaba en la mente de Madelyn, despertando una punzada de ilusión.
—Hola, chicas. —saludó Theodore, acercándose a la mesa y tomando asiento junto a ellas.
