Eres tan problemático que podría morir.

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El día iba tan bien...

Tan malditamente perfecto.

Habían dormido juntos la noche anterior entre charlas y caricias que lo hacían ronronear gracias a su forma gatuna. En la mañana Mahiru y él habían despertado por si solos, sin necesidad de sobresaltarse por la molesta alarma.

Extrañamente se había levantado con energías (las suficientes como para no ir a acostarse de nuevo en la alfombra frente al televisor) por lo tanto se aferró al hombro del castaño para observar cómo cocinaba. Mahiru por otro lado no gritó ni se molestó en toda la mañana.

Otra cosa para recalcar era que no se había comunicado con ninguno de sus hermanos ni con sus Eves hasta ahora. Aquello era casi un milagro, siempre alguno de ellos le mandaba mensajes a Mahiru o lo llamaban para que él resolviera problemas de "suma importancia".

Hugh lo llamó una madrugada para que le dijera las instrucciones que se necesitaban para abrir un bote de mermelada. Su hermano se negaba en pedirle ayuda a su propio Eve en eso.

Snow Lily una noche le preguntó alarmado si sabía un método para hacer que un niño durmiera. Se enteró después que dicha razón de llamada fue porque Misono seguía despierto dos minutos después de su hora de dormir.

Otra madrugada logró afortunadamente tomar el teléfono de Mahiru antes de que él despertara. Se escapó de sus brazos delgados y atendió a la llamada para que no siguiera sonando.

—¿Quién es?

—¿¡NII-SAN!? SUFRO VIOLENCIA DÓMESTICA, AYUD-

Cuando escuchó la voz de Lawless colgó y lanzó el teléfono al cesto de ropa sucia, aventó su propia chaqueta para tapar el aparato y se sintió orgulloso de que los sentidos no agudizados de su pareja no escucharan la vibración del teléfono. Si su pareja no despertaba para él era una victoria, regresó a los brazos del castaño en seguida para seguir durmiendo.

¿En qué estaba? Oh si.

El punto era, que en ese día todo iba de maravilla. Llegaron al aula y Mahiru estaba tan de buen humor que le permitió salir de su mochila para que se recostara en su regazo y poder acariciarlo mientras llegaba el maestro.

Cuando el docente ingresó al aula y todos se levantaron para saludarlo, de mala gana tuvo que saltar al interior de la mochila de su Eve. Se acomodó entre los libros y le bajó el volumen a su videojuego para jugar un rato.

—Bien alumnos, el tiempo de mi clase la tendrán libre.

Resopló frustrado.

Que problemático...  |  One Shot; KuroMahi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora