𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆:sofia se enamora de enzo vogrincic, el chico del momento, y eso puede generar mucho quilombo al desearlo todo el mundo
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"𝑬𝒏 𝒖𝒏 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐𝒔, 𝒆𝒍 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒃𝒂𝒍𝒍𝒆𝒓𝒐"
"gusto en conocerte, ¿dónde has estado? podría mostrarte cosas increíbles por dios, mira esa cara te ves como mi siguiente error"
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Lunes a la noche y me estaba pintando los labios con mi clásico labial rojo que usaba solo para ocasiones "especiales" de noche, casi lista para salir a cenar con enzo. Después de largos días de estar hablando por instagram acordamos en salir a cenar.
Una mini negra y una remera blanca con botas negras en mis pies vestían mi cuerpo y un rodete desarmado en mi cabeza. Di una última mirada en el espejo y suspiré, estaba ansiosa.
Pedí un uber y media hora después estaba en el restaurante en dónde el uruguayo me había citado. Presenté mi nombre y un chico de unos 20 me acompaño hacia la mesa. El lugar estaba casi vacío, y con razón, era lunes. Entre una de las mesas, bajo las luces cálidas, divisé a un morocho con camisa blanca, era él. Mis pasos aumentaron y en segundos estaba frente a su mesa, al verme se levantó rápido de su asiento, yo agradecí al chico que me acompaño hasta la mesa y se retiró rápidamente, después mi vista se dirigió hacia Enzo, quien me miraba con una sonrisa
- holaa -saludé amable con un beso en su mejilla-
- cómo estás? -dijo él con una sonrisa en su rostro-
y rápidamente corrió la silla para que me yo me pueda sentar, le agradecí y una sonrisa se formó en mis labios ante su acción, dónde había estado?
- llegué tarde? perdón -dije acomodandome en la silla y él nego rápidamente
- llegué 5 minutos antes que vos, tanto no es, pero puede ser que pensé que me habías plantado -dijo él haciendo una mueca y ante mi ceño fruncido su risa empezó a resonar en el restaurante, al igual que la mía
- sería muy difícil plantar a alguien como vos -dije mirandolo a los ojos- después de hablar tantos días sería medio descarado -segui hablando jugando con mis dedos y él medio asintió con su cabeza mirándome fijamente
ambos pedimos pasta, él vino y yo un gin tonic. Hablábamos del proceso de hacer la sociedad de la nieve, mi laburo como modelo y lo agotador que eran las semanas de fashion week
- gatas son? -pregunté entretenida mientras le daba un sorbo a mi bebida y él asintió mientras también bebía de su copa de vino
- yo tengo un gato, que se llama louis y es muy gordo -dije y él sonrió
- se tendrían que conocer -dijo y yo me reí
- es más de mi papá así que sería medio complicado sacarselo, literal él no quería que venga otro gato a casa y ahora duerme con él -dije y tomé otro sorbo de gin y una ligera risa labios de sus labios
A eso de las 23 nos retiramos del lugar y él se ofreció a llevarme a casa
- Así que no vivís acá? -pregunté mirando la ventanilla, dónde la luna brillaba iluminando la ciudad
- No, en montevideo -contestó mirando hacia el frente
- Y no te gustaría vivir en buenos aires? -pregunté jugando con mis manos
- Es linda ciudad pero me quedo con montevideo -contestó el sincero
- Ok, entonces la proxima en montevideo? -pregunté divertida mirándolo con una sonrisa y en sus labios también se formó una
- Obvio -contestó él mirándome con esa sonrisa y rápidamente corrió su mirada hacia el frente pero la sonrisa seguía en sus labios mientras se los mordió
después de 15 minutos más llegamos y se estacionó frente a mi casa
- llegamos -avisó él desabrochando su cinturón de seguridad
- te tengo una consulta -dije mirandolo con una sonrisa
- a ver -contestó él mirándome fijamente, poniendo toda su atención en mi
- me pasas tu número? obvio, si no es confidencial o algo, cómo estás muy exclusivo -dije divertida y una sonrisa se formó lentamente en sus labios hasta romperse en una risa
y así le di mi celular para que pueda agendarse en mi celular y envié una carita sonriente para que le llegue mi mensaje y pueda agendar mi número, al terminar alce mi vista y lo encontré mirándome sonriente
- bueno, gracias por traerme a casa, la pasé hermoso y me gustó conocerte un poco más -dije con una sonrisa tímida mientras él me observaba
- no, de nada, a mi también me gustó conocerte, me hiciste reír mucho -contestó cálido él con esa voz tan magica y una sonrisa en la comisura de sus labios
- nos vemos -dije acercándome a él y dejar un beso cálido en su mejilla
abrí rápidamente la puerta de su auto y salí de él con una sonrisa en mi cara.
me tiré en mi cama, estaba feliz. Mi teléfono vibró y era un mensaje de él, ":)", sonreí y volví bloqueé mi celular. Tenía un buen presentimiento.
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