‹ ボ ▔ 𝐲𝐞𝐨𝐧𝐤𝐚𝐢 ː ː ✧
Donde Yeonjun es un alfa canino y Hueningkai un omega felino.
⌲◟⿻. ━ Contenido homosexual.
⌲◟⿻. ━ Short fic.
⌲◟⿻. ━ Historia original de @vhopemyhope quien me dejó amablemente hacer la adaptación de su obra. <3
⌲◟⿻. ━...
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Los chicos más populares. La definición perfecta de los infantiles Hueningkai y Taehyun.
Habían madurado considerablemente y su cuerpo había crecido.
Los dos captaban la atención de cualquier alfa cercano. Nadie podía evitarlo.
Pero ellos no se interesaban por ningún animal, ninguno.
Quizá porque ellos ya sentían que había alguien que los había conquistado. Aunque eso sólo lo sabían ellos.
Huening echaba de menos al perro. Taehyun no sabía a quién echaba de menos.
El menor no había vuelto a ver a aquel radiante animal desde hace cuatro años. No sabía cómo se llamaba, no sabía dónde estudiaba, no sabía dónde vivía. Desconocía todo sobre él.
Pero su cuerpo le gritaba que era el indicado.
La marca que debía llevar.
El alfa que debía tener su corazón.
Su pareja. Era él.
Todavía podía sentir aquel olor dominante invadir su cuerpo, embriagándose en esa sensación tan placentera.
Varias veces intentaba encontrar ese olor pero no conseguía resultado alguno.
Era inútil. "Su" alfa se había desvanecido.
O eso creía.
Hasta que lo vio bailando en la fiesta de cumpleaños del conejo Choi Soobin.
Estaba incluso más hermoso que antes.
El cabello rosa pastel brillante resaltaba en el ambiente con poca iluminación. Al igual que sus ojos.
Su figura ahora parecía más pequeña que la suya, pero el olor y la fuerza de su mirada denotaban todo lo contrario.
Se notaba esa fuerza del alfa.
En un momento conectaron sus miradas y aquella sonrisa en el perro se fue, atemorizando al pequeño gato.
Sus ojos se oscurecieron y Hueningkai se sintió de nuevo paralizado, justo como cuatro años atrás.
Apartó la mirada e intentó salir de allí con el corazón en un puño y el sudor recorriendo su frente pero Taehyun se lo impidió.
—Kai, si huyes... este será el final. No te acobardes.
Aunque el zorro tenía razón, Hueningkai tenía ganas de llorar por alguna razón que no podía explicar.
Sus sentimientos se desbordaban y no podía controlarlos de ninguna manera.
Caminó hacia fuera y comenzó a correr a pesar de que llovía a cántaros.
Su respiración se aceleraba al igual que sus pasos, y sentía cómo sus orejas y cola caían por el peso del agua.
—¡Kai Kamal Huening!
Esa voz lo detuvo en seco y se giró, encontrando a aquel chico parado a pocos metros de él.
—No huyas de mi, por favor. Déjame explicarte.
—¿Explicar... qué?
—Kai... ¿podemos ser amigos?
—¿A-A qué viene eso ahora?
—Desde el primer momento en el que nos vimos sentí que debíamos conocernos. Durante estos años te he observado en silencio pero... no lo soporto más. Quiero conocerte.
—Yo... también quiero conocerte.
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