¡𝓣𝓲𝓽𝓪𝓷𝓼 𝓸𝓷𝓮 𝓼𝓱𝓸𝓽𝓼! [EN EDICION]

Migraines

↳Emparejamiento: JasonTodd x Fem!reader.

↳Resumen: Tienes migraña e intentas ocultárselo a Jason hasta que consigues desmayarte delante de él, haciéndole dar vueltas preocupada por ti.

↳¡AVISOS!⚠️
Descripción de las migrañas, de amigos a amantes, menciones de tener náuseas a causa de la migraña, pelusa, dolor/comodidad.

Empieza como un dolor de cabeza leve. Al principio es sólo un dolor en el principio de la cabeza que molesta un poco, pero nada horrible. Sin embargo, con tu historial de migrañas, tomas tus precauciones para evitar que se convierta en una migraña. Lo que pasa con las migrañas es que tienden a dejarte fuera de combate hasta que desaparecen.

Siempre lo interpretas como un dolor de cabeza leve o como que estás cansado y te echas una siesta. Jason no sabe realmente lo fuertes que son tus dolores de cabeza (migrañas). Es Robin. Jason podría tener diez huesos rotos y aún así salir a dar caña. Tienes una migraña y quieres explotar.

Después de unas dos horas, el dolor de cabeza leve se ha convertido en una migraña en toda regla. Te palpita en la parte delantera de la cabeza. El dolor te da náuseas y cada rayo de luz que entra en la habitación te hace estremecerte. Estás en la biblioteca de la Mansión Wayne con Jason, sentado con él mientras los dos leéis y la lectura está empeorando las cosas. Juras que lleváis veinte minutos en la misma página, incapaces de enfocar tus ojos o tu atención en el libro. Todo te duele, incluso mover los ojos es agonizante.

"¿Estás bien?" Jason te mira, dándose cuenta de que llevas un rato sin pasar página."Oh, sí." Tu voz es tranquila mientras le das una sonrisa falsa y un asentimiento tranquilizador muy sutil, casi haciendo una mueca de dolor con el movimiento."No tienes buen aspecto". Jason ve la mueca en tu cara. "En serio", mete el dedo en el libro para sujetar la página mientras lo cierra. "¿Qué te pasa?""Sólo estoy cansada". Te encoges de hombros. "Voy a echarme una siesta". Sonríe dulce pero débilmente."Eres una jodida mala mentirosa". Jason se ríe suavemente mientras te levantas del sofá. "Sé que algo va mal, no puedes ocultármelo, nena". Una sonrisa pícara se dibuja en sus labios cuando te giras hacia él, sabiendo que está intentando sacarte la verdadera respuesta siendo pícaro.

"Jay, estoy bien". Insistes, dedicándole una sonrisa de dientes como si eso bastara para convencerle, pero la ventana está justo detrás de Jason y te has movido demasiado deprisa.Todo da vueltas y palpita y palpita y tu visión se hace borrosa. Todo agoniza y lo único que quieres es hacerte un ovillo y fundirte. Tu corazón empieza a acelerarse mientras tus piernas empiezan a sentirse débiles y temblorosas."¿______?" Jason llama, la sonrisa se desvanece por completo al ver la mirada en su rostro se vuelve distante y superficial justo cuando sus piernas se rinden.

Jason se pone en pie y te coge la cabeza justo antes de que caigas al suelo. El pánico recorre la sangre de Jason mientras sostiene tu cabeza entre sus manos, inseguro de lo que acaba de ocurrir. Nunca antes te habías desmayado. Sabía que algo iba mal, pero ¿lo suficiente como para desmayarte? Nunca lo habría adivinado y se da de patadas por no haberse dado cuenta de que era algo tan grave. Debería haberlo sabido mejor, haber prestado más atención tal vez Algo. Pero, entonces sus ojos se abren lentamente, apenas volviendo en sí con la cabeza todavía latiendo como un bombo en un concierto de rock.

"Hey, mierda, ¿estás bien?" Las palabras de Jason se arrastran mientras te mira, pero no puedes entenderlas. Todo suena mezclado, nebuloso incluso. "¿______?" Jason pregunta y cuando tu visión empieza a estabilizarse ligeramente, puedes distinguir sus ojos marrones llenos de preocupación, con la frente arrugada.Se acabó la fiesta."Migraña". murmuras.

Jason suelta un suspiro, preguntándose por qué no se lo has dicho. Los dos os burláis el uno del otro con pequeñas cosas. Jason tiende a dar algunos golpes bajos cuando se enoja, pero nunca es nada demasiado horrible y tú sabes dónde no cruzar la línea. Si le hubieras dicho que tenías migraña, no te habría hecho una broma ni te habría gritado para empeorar las cosas. Simplemente te habría dejado descansar. Jason sabe que su entrenamiento constante, incluso con una lesión, no es normal. No quiere que acabes como él, incapaz de tomarte un descanso aunque sólo sea leyendo un libro con él.

"Vamos." Jason desliza sus manos por debajo de tu cabeza mientras te sientas. "Mueve el culo hasta la cama". Jason se levanta y te ofrece las dos manos para ayudarte a levantarte.Coges sus manos con cuidado y te levantas despacio, intentando no moverte demasiado ni demasiado rápido. "Estaré bien". Te lo quitas de encima una vez que estás de pie.No quieres molestarle. Las migrañas son debilitantes, pero sigue siendo un dolor de cabeza. En cierto modo da pena. Tienes que echarte una siesta en mitad del día por un dolor de cabeza. Jason no debería molestarse por eso o por ti. Tomarás una siesta y tal vez te sientas mejor más tarde. "Sí Claro y luego te desmayas, joder". Jason se burla, sin darse cuenta de que todavía te sujetaba las manos."Mhm." Tarareas, con la boca seca por las náuseas del dolor de cabeza palpitante."Te acompaño". Se ofrece, dándose cuenta de que tus manos están suaves entre las suyas.Su corazón se hincha con la idea, pero te suelta y opta por ponerse a tu lado, apoyando una mano en la parte baja de tu espalda. Te hace un gesto para que empieces a caminar.


Su corazón se hincha con la idea, pero te suelta y opta por ponerse a tu lado, apoyando una mano en la parte baja de tu espalda. Te hace un gesto para que empieces a andar, él camina a tu lado y no mueve la mano, sólo se asegura de que no vuelvas a caerte o desmayarte.Si tu cabeza no fuera un caos palpitante, harías algún comentario sobre lo amable que está siendo. Jason puede ser un poco menos que amable a veces con la gente, pero tiene estos momentos realmente agradables contigo desde que lo seguiste a Gotham. Es....algo raro en cierto modo. En la Torre de los Titanes, todo era tosco y lo rodeaba una dureza que casi le carcomía los huesos. Pero, cuando está aquí, es más amable. Sigue siendo áspero, así es Jason, pero es más amable y mentirías si dijeras que no te gusta su lado amable que se mezcla con su sarcasmo. Y tal vez si tu cabeza no te causara un dolor tan agonizante, te darías cuenta de que te mira más a ti en lugar de hacia dónde caminas, con sus ojos llenos de preocupación.


 Es sólo un dolor de cabeza, se dice a sí mismo, pero se preocupa de todos modos porque eres tú.Jason te lleva a la cama, tú le juras que puedes meterte en la cama sin problemas pero él no se toma eso como una respuesta. Te desmayaste delante de él y ahora está decidido a no dejarte hacer nada hasta que te sientas mejor. Eres su mejor amiga y, aunque se trata de una migraña, no quiere que te hagas más daño ni que prolongues el dolor. Así que te tapa con las mantas y te quita el móvil antes de ponerlo en silencio y dejarlo en tu mesilla.

"¿Necesitabas algo?" Pregunta, tratando de ocultar su preocupación en su voz."No", dices en voz baja, cómoda en tu cama ahora y contenta de poder dormir. "Gracias.Jason asiente, metiendo las manos en los bolsillos. "Mándame un mensaje si necesitas algo, ¿vale? No te levantes y empeores las cosas". Jason ofrece una risa incómoda."Sí, señor". Murmuras, dedicándole una suave sonrisa."Lo digo en serio." Advierte mientras empieza a caminar hacia la puerta."Gracias, Jay". Tu voz es un poco más alta esta vez para que sepas que te oye.Jason sonríe suavemente. "Sí." Te hace un gesto con la cabeza antes de salir de tu habitación, cerrando la puerta despacio y en silencio para que puedas dormir.

Jason te deja sola durante unas horas, pasando casualmente por tu habitación cada quince minutos por si acaso. Por supuesto, Jason no se da cuenta de que pasa tan a menudo. Va a una de las salas de estar y luego recuerda convenientemente que necesitaba algo de su habitación, que está al lado de la tuya. O vuelve a la biblioteca y se da cuenta de que necesita algo de la cocina, lo que significa que tiene que pasar por tu habitación. Juega a este juego durante varias horas, y Bruce le levanta la ceja cada vez que Jason se cruza con él en otra habitación. Después de la quinta vez, Bruce finalmente le preguntó qué estaba pasando. Jason trató de quitárselo de encima con un "Olvidé algo otra vez". Bruce no presionó pero supuso que tenía algo que ver contigo. Jason no es del tipo olvidadizo y Bruce se rió suavemente para sí mismo.

Pero, después de esas pocas horas, Jason se volvió un poco loco preocupándose por ti. Eres su principal forma de entretenimiento aquí. Los dos estáis entrenando (para consternación de Bruce) o bromeando entre vosotros o leyendo. Le enseñas un montón de películas y programas de televisión que se ha perdido. Siempre estáis juntos y ahora él está aburrido y preocupado. Así que se dirige a tu habitación sobre las diez de la noche con un vaso de agua y llama suavemente, esperando que no haya sido demasiado fuerte pero que le hayas oído. No contestas y Jason se preocupa un poco más, así que abre la puerta un poco para mirar dentro.

Estás dormida en la misma posición en la que te dejó. Tu habitación está completamente a oscuras, las corrientes bajadas y la televisión apagada. Pero Jason te ilumina lo suficiente para despertarte. Abres los ojos y lo ves borroso en el marco de la puerta, distinguiendo su pelo oscuro."¿Jay?" preguntas, apenas notando el latido de tu cabeza ligeramente mejor que hace unas horas."Lo siento." Jason murmura. "Quería asegurarme de que no habías muerto o algo así". Él cepilla la preocupación de sus palabras, tratando de actuar casual."Estoy vivo." Su voz es débil, aguijoneando el corazón de Jason.Jason da un paso en la habitación, dejando la puerta abierta para que pueda verte. "¿Te sientes mejor?" Te pregunta."La migraña sigue coleando". El sarcasmo en tu voz es incluso débil y Jason se siente tan mal por ti.Y sigue preocupado porque normalmente no duermes la siesta tanto tiempo. Se pregunta si duermes lo suficiente para aliviar la migraña y mantener las apariencias. Pero ahora lo sabe, así que a lo mejor tus migrañas duran tanto después de todo este tiempo y él se siente fatal."Bueno", Jason se acerca y deja el agua sobre tu mesita de noche, de lo que te das cuenta. ¿Era esa la excusa que iba a usar si estabas despierta? ¿Traerte un vaso de agua? Qué tierno. Se mete las manos en los bolsillos."Voy a buscar mis cosas entonces". Levanta la cabeza e hincha ligeramente el pecho. "Tengo que asegurarme de que no ronques mientras duermes o algo así." Jason asiente con la cabeza y te dedica una sonrisa burlona. "O", Jason se aclara la garganta. "En caso de que necesites algo"."¿Por si acaso necesito algo?" Tienes tantas ganas de burlarte de él, te encanta burlarte de él. Es como ustedes dos muestran afecto, pero, en realidad tienes curiosidad de a dónde va esto. Puede que la migraña aún esté coleando, pero la curiosidad se ha apoderado de ti."Sí", se encoge de hombros. "No quiero que sufras más, así que si necesitas algo, no tendrás que lidiar con ello". Cambia su peso de los dedos de los pies a los talones.

"Awww". Maneja la ocurrencia con una sonrisa."Cierra la puta boca". Jason se ríe suavemente, esquivando sus ojos de ti por un segundo. "Así que me quedo aquí esta noche y tú vas a tener que aguantarte"."Bien. Tratas de sonar severa pero hay una sonrisa jugando en tus labios y tu pecho estalla de calidez por tener a Jason quedándose en tu habitación.Eso es algo que ninguno de los dos hacéis. Sois amigos y el flirteo a veces se vuelve un poco... demasiado coqueto. Hay una diferencia entre dos amigos coqueteando y bromeando y lo que sea que ustedes dos hagan. Siempre te acercas demasiado a Jason y Jason siempre hace una broma que dice demasiado en serio. Hay una línea invisible que ninguno de los dos ha cruzado porque complica demasiado una situación divertida. Jason no cree que te guste de esa manera y tú piensas que si alguna vez se lo dijeras a Jason, se reiría o lo tomaría como algo raro. Pero, tal vez esta sea una buena oportunidad para intentar algo un poco menos coqueto y divertido e intentar algo un poco más casual y suave.

Cuando Jason vuelve, lleva unos joggers grises y una camiseta negra holgada. Tiene una almohada con una funda plisada beige bajo un brazo y una manta a juego sobre el otro. Dice que va a buscar sus cosas, pero estás seguro de que está haciendo un drama. Jason siempre ha tenido un don para el dramatismo. Y una parte de ti pensaba que Jason se iba a meter en la cama contigo con una sonrisa pícara, porque así es Jason. Pero no lo hace. Pone la almohada en el suelo junto a tu lado de la cama. Le miras con desconfianza, sin mover la cabeza, y quieres reírte, pero sabes que te dolería."¿Qué haces?" preguntas una vez que Jason se sienta en el suelo.Te mira con lo que jurarías que parece inocencia. "¿Durmiendo en el suelo? Te responde, sin saber por qué se lo preguntas.Sueltas un resoplido y le sonríes. "¿Puedes dormir en la cama conmigo, por favor?". Le preguntas y, a estas alturas, ni siquiera quieres negar el hecho de que tenerlo a tu lado al menos te reconfortaría. Siempre te sientas cerca de él porque te reconforta, pero ¿tenerlo durmiendo a tu lado ahora con una migraña palpitante? Eso podría ser lo único que realmente quieres, además de que el dolor se detenga.Jason gana esta sonrisa y mirada tortuosa en sus ojos. "Oh, me quieres en la cama, ¿eh?""Cállate."  "Dije por favor". Le pones mala cara y Jason jura que piensa que es lo más bonito del mundo.

"Ya que lo pediste tan amablemente, nena". Enfatiza la palabra y a ti se te revuelve el estómago.Jason camina hacia el otro lado de la cama y levanta suavemente las mantas para meterse debajo. Intenta disimularlo con la frialdad, la calma y la serenidad con las que intenta disimularlo todo, acercándose demasiado a ti. Su corazón retumba en su pecho y se dice a sí mismo que sólo estás siendo amable porque él está siendo amable. Esto es algo casual y amistoso que hace para asegurarse de que estás bien y él no se despierta con dolor de espalda por la mañana. Esto que estás haciendo es algo casual y amistoso.

Te das la vuelta lentamente, con cuidado de no mover demasiado la cabeza. La migraña apenas empieza a remitir, pero sabes que si te mueves demasiado o intentas mantenerte despierto, volverá con fuerza. Así que sigues teniendo cuidado mientras te acercas a Jason. Estira el brazo detrás de tu cabeza casi instintivamente, con cuidado de no golpearte la cabeza con el movimiento. Tu cabeza descansa sobre su pecho y tienes que admitir que es muy cálido.Jason te rodea con el brazo y te acerca a él, lo cual es agradable. Desearía que no te doliera la cabeza para que tal vez esto fuera algo más o saliera algo de ello. Pero, él está tan seguro de que sólo estás dispuesto a abrazarte con él así
porque te duele algo y, por una razón que no comprende del todo, te reconforta que esté aquí. Te duele la cabeza, pero es lo más cómodo que has estado en toda tu vida. Jason está cómodo."Gracias por venir a verme". Le susurras, con los ojos cerrados mientras escuchas su corazón retumbar en su pecho. "Y el agua".Una sonrisa tímida aparece en sus labios. "Sí", le sientes resoplar bajo ti. "Por supuesto"."¿Por qué te late tan rápido el corazón?". le preguntas.Jason hace una pausa, sus ojos se abren de par en par. ¿Cómo es que no tiene palabras? Nunca se queda sin palabras, pero ¿cómo se supone que va a responder a eso sin admitir nada? Su pregunta y sus vueltas al respecto sólo hicieron que su corazón latiera más rápido."¿Estás... nervioso?" Una suave risita sale de sus labios, haciendo un gesto de dolor con la palpitación.

"Vete a la mierda, no estoy nervioso". Jason gime."Vale, Jason". Una risita sale de ti. "En serio, gracias por quedarte". Tu voz es tranquila y recubierta de una sinceridad melosa.Jason aspira un suspiro y la sinceridad no es exactamente lo suyo. No es que mienta, simplemente no dice lo que siente, pero tú eres muy importante para él."Sí, bueno, haría cualquier cosa por tu culo". Jason se ríe."Lo sé." Sonríes para tus adentros. Sabes que lo haría. Es un poco duro y tiene sus problemas que está tratando de resolver, pero sabes que haría cualquier cosa por ti. "Yo también haría cualquier cosa por ti". Admites, percibiendo su expresión inexpresiva. Pero antes de que pueda convertirlo en algún tipo de broma coqueta y burlona, continúas. "Buenas noches, Jay."

"Buenas noches, ____." Jason deja escapar un suspiro, frotándote ligeramente la espalda.Tú te duermes primero, la migraña te ha agotado y Jason te ofrece el confort perfecto. Es suave y su pecho no es duro ni demasiado rígido. Es lo suficientemente firme como para ofrecer apoyo y la cantidad justa de suavidad. Crees que es mejor almohada que la tuya (lo cual es una locura, ya que Bruce no escatimó en almohadas). Jason, en cambio, se queda despierto un poco más.Ha sido más difícil para él conciliar el sueño desde Deathstroke. Pero, esta noche, no es ahí donde tiene la cabeza concentrada y tiene que admitir que es un poco catártico. Es tan cuidadoso de no moverse o tensarse contigo tan plácidamente dormida debajo de él. No quiere molestarte por tu migraña y no quiere molestarte y hacer que te alejes de él. Tú le mantienes tranquilo y le desconectas un poco el cerebro. Siempre lo atribuyó a que sois amigos. De todas formas, eres una de las pocas personas que le ha escuchado de verdad y eso siempre le ha ayudado un poco, pero te mira con una sonrisa amable y ese es su verdadero momento "oh, mierda".

No se trata sólo de coquetear por diversión o de bromear, sino de un auténtico afecto entre él y tú. En el fondo, él sabía por qué estaba preocupado por ti y por qué su corazón latía tan rápido. En el fondo, sabía por qué no se arriesgaba a meterse inmediatamente en la cama contigo, porque no quería asustarte y arriesgarse a que le echaras de la habitación. Pero, ahora mismo, con la habitación a oscuras y tú dormida sobre su pecho, encontrando consuelo en él, lo sabe y sabe que no podrá ignorar el calor que siente en la boca del estómago. Así que cierra los ojos y se calma pensando en el "quizás". Con el pensamiento de que tal vez algo pase entre los dos y el pensamiento de que tal vez esto se convierta en lo vuestro porque ahí es donde encuentra consuelo. En el pensamiento de tal vez.
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