La belleza de la naturaleza

Las plantas son tan lindas. Un árbol da una briza exquisita y sentarse debajo de un árbol con la fresca briza soplando es de las cosas más relajantes que uno puede hacer, no muchos aprecian la naturaleza. La naturaleza es vida, un día las hojas de ese árbol pueden estar soplando y al día siguiente ese árbol puede estar cortado a la mitad, porque así es el ser humano, destruimos lo que es bello para unos pero que para otros es un simple objeto.

¿Los humanos somos como las plantas?

Un día podemos estar debajo de un árbol simplemente respirando y al día siguiente podemos estar en una cama de hospital por que sufrimos alguna clase de accidente, supongo que es cierto eso de que hay que vivir el día como si fuera el ultimo, pero también es cierto que no todos aplicamos eso, ya que, por la costumbre humana de hacer planes para los días siguientes, muchos no se paran a pensar un momento que tal vez uno no llegue a cumplir con ese plan.

Así que sí.

Los humanos somos como las plantas. Alguien planta una semilla, la semilla se fecunda y empieza a crecer, la semilla se convierte en un pequeño brote, y con el paso del tiempo el brote es una pequeña planta que está esperando con ansias dar frutos, algunas plantas no dan frutos, pero esparcen su polen, algunas plantas mueren durante todo este proceso, pero cuando por fin la planta ya dio frutos o esparció su polen, se empieza a marchitar hasta quedar seca y convertirse en abono para otras plantas.

Todo ese proceso pasa en semanas, tal vez en meses según el tipo de planta, pero, aunque para las plantas eso pasa en meses, para los humanos eso pasa en años. Me gustaría decir que la humanidad es tan bella como la naturaleza, pero sabemos que no es así. Los humanos no existiríamos sin la naturaleza, pero estoy segura de que la naturaleza si existiera sin la humanidad.

G.A

Anoto las ultimas partes de esta improvisada nota antes de publicarla, no tenía planeado escribir hoy, pero supongo que me inspire, dejo de lado mi computadora para observar las cuatro masetas con plantas que están en mi mesita de comedor, no estaba muy segura de comprarlas, pero al final me decidí y las termine comprando, no tengo ni idea de si estas plantas son de sol o de sombra, si son de un clima caluroso o si prefieren un clima húmedo, solo espero que no se marchiten.

Todas traían su nombre grabado en la maceta, la que tenía en mis manos se llamaba Gazania, es una planta verde muy peculiar, no estoy segura si hecha flores o si simplemente es una planta con hojas peculiares, pero lo investigaría más tarde, el clima aquí es un poco frio y nublado por lo que espero y estas plantas no necesiten de mucho sol. Con la mira busco los lugares donde ponerlas, tiene que ser un lugar donde las pueda ver para que no se me olvide regarlas.

Finalmente, no encuentro un lugar apropiado y teniendo en cuenta que las plantas necesitan aire fresco y sol, las puse en una esquina de la escalera de emergencia, seguro ahí estarán bien. Sentándome un uno de los pequeños sofás, trata de relajarme, estoy agotada, entre el trabajo y la universidad todo es más complicado, sin contar que cuando tú tienes que pagar tus propias cuentas, todo es un poco más...frustrante.

Con la mente ocupada pensando en todo y en nada el sueño me fue ganando y sin darme cuenta me quede dormida en el sofá, de seguro amanecería con un terrible dolor de cuello a con algún dolor en el cuerpo, sin embargo, el simple hecho de poder dormir sin necesidad de deambular un poco por el departamento para que sueño llegue a mí era perfecto, sin importar que a la mañana siguiente me doliera algo, al fin y al cabo, seria fin de semana.




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⏰ Last updated: Jan 20 ⏰

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