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Hoy es martes, el día de la semana que más odio, entre otras cosas, porque tengo clase de educación física. Lo que indica dos cosas, la primera, que me tendré que recoger el pelo, cosa que odio porque la goma de pelo me deja el pelo marcado. La segunda cosa que odio es llevar chándal. En cuanto me levanto lo primero que hago es meter el conjunto de chándal en el bolso que uso para ir al instituto y me voy directa al baño. Una vez dentro me cepillo el pelo, que me llega a la cintura, siempre comienzo por las puntas, para ir subiendo hasta la raíz, una vez cepillado me pongo dos gotas de aceite en las palmas de las manos, y una vez me las he frotado me paso las manos por las puntas del pelo. Me pongo una diadema y comienzo a hacerme un maquillaje sencillo, un delineado marrón difuminado y un poco de máscara de pestañas, me pongo un poco de colorete en las mejillas y en los labios, un gloss de un tono rosa. 

Vuelvo a mi habitación y entro en mi vestidor. Me siento en un pequeño sillón que hay dentro, entonces veo el conjunto perfecto. Me pongo un conjunto de crop top blanco y falda larga, para nada entallada, más bien de estilo bohemio. Me pongo la falda por debajo del ombligo. Una vez con el conjunto puesto voy al mueble que tengo destinado para mis zapatos, cojo unas sandalias de color marrón, con tiras finas, con un tacón pequeño, de unos cinco o seis centímetros. Del cajón del escritorio cojo unas gomitas transparentes y me hago dos trenzas con la parte de delante del pelo, que ato en la parte de atrás de mi cabeza, para mantener el pelo fuera de mi cara. Cojo mi bolso marrón de cuero y me pongo las asas sobre el hombro derecho. Es en ese momento en el que me entran ganas de estornudar y al hacerlo de mis fosas nasales sale una fuerte ráfaga de aire que desordena toda mi habitación. Como no me da tiempo a ordenarlo todo, simplemente cierro la puerta de esta.

Bajo a la cocina de mi casa, donde me preparo un desayuno bastante sencillo, un bol de yogur con fruta. No puedo parar de pensar en lo que acaba de pasar. Cuando estoy sentada en la mesa del comedor pasa mi padre agobiado, llamando por teléfono, cosa que no se me hace para nada extraña. Mi padre Jacinto, es abogado en uno de los bufetes más importantes de Cataluña y mi madre Rosa, por su parte, es cirujana. Sus trabajos hacen que no estén mucho en casa y, por tanto, no están muy pendientes de mí, por esto desde pequeña he sido muy responsable con mis obligaciones. También le debo mucho a las personas que trabajan en mi casa, Juana, nuestra cocinera y a Jose, el responsable de nuestros coches. Me levanto del sofá cuando ha acabado de desayunar y meto el bol en el friegaplatos. Salgo por la puerta de mi casa, donde Jose me espera ya subido en el coche, entro y me siento en el lugar del copiloto, al subir, como ya es costumbre enciendo la radio.

- Buenos días, señorita Violeta.- Me saluda mientras coloco mi bolso en los asientos traseros del coche.

- Buenos días, Jose.- Saludo, mientras me abrocho el cinturón. 

Una vez sentada saco mis apuntes de latín del bolso y me pongo a repasar algunos términos. Hoy tengo examen de latín y es la asignatura que peor llevo, así que necesito sacar buena nota en este examen. En unos veinte minutos Jose estaciona el coche en la puerta de mi instituto, así que me despido de él y bajo del coche. Una vez dentro voy enfrascada en mis apuntes mientras camino por los pasillos. Ya por inercia me freno delante de mi taquilla y sin mirar abro el candado, sin desviar la vista de mis apuntes dejo mi bolso dentro de la taquilla, pero sacando del chándal. Al poco rato la puerta de mi taquilla se cierra, provocándome una reacción de sorpresa. Al girar la cara veo a mi amiga María, con su cabello ondulada hasta las clavículas, maquillada, como siempre con un grueso delineado negro. Lleva puesto uno crop top negro de tirantes y unos vaqueros de campana junto a unas converse. 

- ¿Qué tal llevas el examen de Latín?- Nos dirigimos juntas a los vestuarios de chicas, las dos con nuestra ropa deportiva en las manos. 

- Fatal, se tiene que iluminar una estrella para que apruebe con una nota decente.-

LOS GUARDIANESWhere stories live. Discover now