- Capítulo 6 - Lo que Siento por ti

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Tenemos capítulo inédito.

Aclaraciones:

1. No he leído el manga de Bungou Stray Dogs pero voy al día con el anime. Esta historia ocurre tiempo después del final de los eventos de Decay of Angels, suponiendo que la cosa termino como termina la quinta temporada del anime sin tomar en cuenta el "epilogo" que nos dieron.

2. En esta historia habra groserías, escenas subidas de tono y desnudos. Advertencia: A veces los personajes actúan fuera de lo normal.

3. Estos son pensamientos. "Estos son susurros". "Estos son argumentos".

4. Si el Hanahaki no trabaja así, ni pedo, es mi fic.

- Capítulo 6 -

Lo que Siento por ti

Lo olió antes de que su cerebro pudiese razonar lo que pasaba. El aroma a cuero y flores... completamente bañado en sangre.

Debía estar cerca.

Encendió las luces y corrió la ventana a medio abrir, aspirando fuerte e intentando encontrar la dirección en dónde se concentraba ese aroma que conocía tan bien en medio de la brisa nocturna.

El estómago se le revolvió, retorciéndose asustado ante la posibilidad de... perderlo.

Pero cuando está por saltar fuera y buscarlo, una sombra negra ya ha traspasado su ventana y ha caído entre sus brazos.

"¿Akutagawa? -preguntó dudoso, abrazándolo contra su pecho por instinto. El óxido concentrado le asfixia, no tanto como el temor que comienza a dejarlo sin oxígeno al verlo respirar con dificultad, con grandes gotas de sudor corriendo por su frente y perdiéndose en su mentón- ¡Aku!"

Le cargó sin siquiera pensarlo. Abrazándolo contra su cuerpo queriendo guardar su calor le llevó hasta su futón y lo recostó con delicadeza sobre las sábanas arrugadas, importando poco y nada la vergüenza que el acercamiento entre sus cuerpos le genera.

Porque no es el momento.

Con Akutagawa recostado en su cama y su torso aún preso entre sus brazos se dignó a revisarlo. El olor oxidado es horroroso, lo suficiente para atarantarlo, pero cuando está por abrir el abrigo negro una mano cerrada sobre su muñeca le detuvo.

"Está bien, no es mi sangre"

Le acarició el rostro en un movimiento audaz con la mano libre, limpiando un poco de sangre con el pulgar de la manera más amorosa que puede.

"¿Cómo puedes decir que no es tu sangre cuando tienes este feo corte en la mejilla?"

La mano no aflojó su agarre, sujetándolo fuerte. Sonrió al ver la fuerza del chico necio, si apretaba con esa fiereza no debía preocuparse tanto. Pero hay algo en sus ojos grises que le desconcierta.

Quizás sea el parpadeo sutilmente rápido. O la mirada ligeramente desenfocada. ¿Tiene las pupilas dilatadas? Por no mencionar el sudor, la palidez y la agitación obvia.

Está raro y no es por las heridas...

"No es necesario preocuparse -el agarre flaquea un momento, tan pequeño y difuso pero lo suficientemente grande para deslizar su mano fuera de él- no es nada, tigre"

Ajá. Y yo nací ayer...

"Si no es nada, no te molestará que revise -Akutagawa no está en sus cinco sentidos, por supuesto. Es fácil verlo, también preocupante saberlo. Pero incluso entre el temor y la vulnerabilidad que encuentra en su mirada, se alza la obstinación de siempre, haciéndolo molestar- Akutagawa, como tu amigo, te pido que me dejes ayudarte"

Los Pétalos Sobre el ConcretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora