- Capítulo 2 - Un Regalo para Akutagawa

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Holi woli, volvi un poquito, solo un poquito para aclarar que no morí...

Aclaraciones:

1. No he leído el manga de Bungou Stray Dogs pero voy al día con el anime. Esta historia ocurre tiempo después del final de los eventos de Decay of Angels, suponiendo que la cosa termino como termina la quinta temporada del anime sin tomar en cuenta el "epilogo" que nos dieron.

2. En esta historia habra groserías, escenas subidas de tono y desnudos. Además de que los personajes pueden estar un poquito Ooc. Yo ya avise.

- Capítulo 2 -

Un Regalo para Akutagawa

"¿Entonces no somos novios?"

Hay algo ahí que le molesta un poco, pero pensarlo demasiado quizás es mala idea.

"No"

Arrugó el rostro ante la negativa. Se había comido la cabeza el último par de días pensando en ese tema para que Akutagawa desestimará sus propias palabras con un giro despreocupado de su muñeca.

"Pero tú dijiste..."

Me hice a la idea de ser tu novio, estúpido.

"Sé lo que dije"

¿Y ahora vienes a decir que siempre no?

"Entonces..."

¡Solo di que sí y ya!

"¡Qué no, Jin-! -el ataque de tos que ya se había tardado en aparecer calló al pelinegro de mala manera, conteniendo sus quejas con una de sus manos. Le extendió una botella de agua lista que él no dudó en tomar y beber. Eso había sido tristemente predecible- era un decir, Dios..."

Suspiró al observar los pétalos que aplastó en su puño, pequeños y arrugados, blancos como el algodón, buscando ocultarlos torpemente de su vista. Akutagawa como siempre, se porta como el chico orgulloso que no necesita la ayuda de nadie, lo cual le fastidia. Se supone que están trabajando juntos.

Rememoró vagamente lo que sabía de la enfermedad. Flores que se formarían poco a poco en su interior adornando sus pulmones hasta sofocarlos por completo, los pétalos no lucían tan abundantes, pero ya había sangre entremezclada, eso se debía a un daño significativo...

Al menos no hay flores completas o racimos, eso sería bastante grave...

Se rasco la cabeza sin saber qué decir, incómodo. Y entonces Akutagawa reaccionó, pareciendo entender el predicamento en el que se encuentra.

"¿No me digas que... ideaste todo esto sin saber qué hacer?"

Desvío la vista a la bahía ligeramente apenado al ser descubierto, ese día estaba ligeramente nublado así que hacía un buen clima, le había parecido una buena idea citarlo en el muelle para hablar un poco.

"Bueno, yo no era parte del plan inicial..."

Y Akutagawa se ha palmeado la cara, frustrado con su respuesta, arrojando los pétalos en su puño a su costado, dejando que cayeran pesadamente en el pasto junto a la banca en la que están sentados mientras su pierna derecha traquetea compulsa sobre las baldosas marmoleadas.

"¿Entonces para qué me citaste aquí, Jinko? Si ni siquiera pensaste en nada..."

Es curioso como el tono de Akutagawa no suena molesto, más bien...

¿Triste?

"Pensé que podríamos conocernos mejor -eso era algo que igual tendrían que hacer tarde o temprano ¿Por qué no ahora?- quiero saber más de ti para saber cómo ayudarte..."

Los Pétalos Sobre el ConcretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora