Enemies to lovers [Cry]

Capitulo 15

Pov: Cry

¿Me sorprendió lo que dijo Katelyn? Si, lo admito, no niego que ella es hermosísima, que es completamente mi tipo y es con la persona que me casaría.

Pero sinceramente, supongo que lo dijo para los fans, para que se volviera locos.

Ahora estábamos en la casa de Yeri tomando, menos yo, mañana tenía que levantarme temprano.

Eran las doce y media de la noche, ya era bastante tarde, y la verdad me daba mucha pena decirle a Lyn que ya nos fuéramos.

Lyn tomó su teléfono mirando la hora, me miró y me hizo una seña con la cabeza para que ya nos fuéramos.

Yo me levanté yendo hacia mi mochila y aproveché para tomar la bolsa de ella.

— Plebes ya nos vamos — habló Lyn levantándose — Cry tiene el vuelo mañana y no se puede desvelar, gracias por todo y por el piso — ¿qué mierda es el piso?

— Ya sabes que no es nada, se van con cuidado — dijo Yeri.

— Cry, maneja tu — se acercó Sam a mi — es que me da pendiente que Lyn maneje, ya está un poquito tomada.

— ¿Cuál tomada pinche perra? — habló Lyn desde la puerta — solo me tomé dos shot no mames.

— Pero cargados — dijo ahora Yeri.

— No os preocupéis, yo manejo y la cuidaré — dije viendo a todos con una sonrisa.

Lyn y yo bajamos en silencio, ella al parecer ya tenía sueño, yo no tome ni una pizca de alcohol, por qué no me gusta y por el vuelo de mañana.

— Edward, yo manejo — dijo Lyn abrieron la puerta, yo empuje esta cerrándola,

— Yo manejo — tome las llaves.

— Pero no estoy peda — reclamó.

— No importa, déjame manejar — ella asintió y se fue hasta la otra puerta subiendo al asiento de copiloto.

El transcurso del camino fue el silencio, ninguno de los dos hablaba, era un silencio cómodo, los dos disfrutábamos de este.

— Edward — llamó en susurro, como si le dirá pena.

— ¿Dime? — pregunté mirándola por pocos segundos para después regresar mi vista a la carretera.

— ¿Te quedas en mi depa? — me sorprendió la pregunta.

Pensaba en dejarla en su casa y su carro para luego yo irme al hotel caminando o el Uber.

— No se ¿por qué? — no supe qué decir.

— Es que quiero que te quedes, así te puedo llevar al aeropuerto. — con gusto me quedo.

— Si, está bien.

Después de eso no volvimos a decir ninguna palabra.

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— Tu puedes dormir en la cama y yo duermo en el sillón — propuso Emma.

No dejaría que ella durmiera en el sillón en su propia casa.

— No, mejor yo duermo en la sala.

— No puedes dormir en la sala, te vas a cagar de frío — dije.

— Es que es tu casa.

Ella se quedó callada mirando la cama.