- Hey Tord.
- ¿Sí?
- ¿Podría darme este gran honor de bailar con está simple piña?
- ¡Claro! - lo abrazo.
- Bueno, aviso que no soy bueno en bailar, así que si piso tus pies te pido que me perdones.
- Está bien su majestad.
Empezaron a bailar y se sentían bien, eran nuevos los dos en esto, lo cual los pasos de baile eran torpes, pero eso no importó en lo absoluto, solo querían estar así disfrutando el momento.