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CHAPTER 0.09 ❝ Los Eslands ❞

Jadeos salían de la boca del mexicano, aferraba sus manos a la sábana de su cama, las piernas le temblaban, e inconscientemente ponía sus ojos en blanco

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Jadeos salían de la boca del mexicano, aferraba sus manos a la sábana de su cama, las piernas le temblaban, e inconscientemente ponía sus ojos en blanco.

– Mierda...

Levantó ligeramente su cabeza, intentando mirar, pero su visión se encontraba nublada gracias al gran placer que estaba sintiendo. Volvió a tirar su cabeza hacia atrás.

– Sebas – escuchó esa dulce voz, la voz de la chica que hacía que se derritiera. El chico abrió sus ojos, completamente sobresaltado al saber de quién se trataba.

El movimiento de manos de la chica aumentó, causando que él chico soltará jadeos incluso mucho más fuertes. Sus músculos se tensionaron, ocasionándole pequeños espasmos.

– Sebas, ¿te está gustando? – volvió a escuchar, y su vista se volvió a enfocar, mostrando a la chica que tanto le gustaba.

– ¿Lissa? – la chica le regaló una sonrisa pícara – verga..., preciosa, no pares.

Pero como si Sebastian lo hubiera manifestado, la chica se levantó de su lugar, y se acercó lentamente al rostro de él sinaloense.

– Sebas, despierta.

– ¿Qué? – preguntó él chico, totalmente desconcertado.

– ¡Despierta pinche Roiler!

Una almohada se estrelló contra el rostro de él chico, haciendo que se levantará de la cama, totalmente enojado.

– ¡Ay pendejo! ¿Que verga te pasa?

– ¡Llevo pinches quince minutos, gritándote como pendejo! – reprochó Osvaldo.

Roier totalmente desconcertado, miró a su alrededor y un gran sonrojo llego a su rostro al mirar sus shorts, tomó un cojin tapándose a si mismo. El Mariana, solo analizó la acción de su amigo, para después soltarse a reír y volver a hablar:
– Eres un pinche enfermo sexual, Roier. Cámbiate pendejo, que ya nos tenemos que ir, nos están esperando.

 Cámbiate pendejo, que ya nos tenemos que ir, nos están esperando

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𝙈𝙖𝙨𝙩𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙙 ─ 𝘙𝘰𝘪𝘦𝘳 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora