La vida de Melissa Gomez cambia radicalmente cuándo conoce a aquel streamer que no se pudo salvar de la funa de las swifties.
O
Dónde Roier, un reconocido streamer, recibe la funa de un fandom entero. O mejor dicho, dónde Roier provoca una funa, par...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Melissa se sintió bastante reconfortada cuándo Foolish llego por ella, y se sintió mucho más cuándo fue recibida por los brazos de Lana. Originalmente Noah le había ofrecido un lugar dónde dormir, y la chica hubiera aceptado, hasta que se le cruzó otra idea por la cabeza.
Y claro que le daba pena llegar así de la nada, pero también sabía que Lana no se molestaría, afortunadamente la rubia se encontraba en su hogar.
– Enserio muchas gracias – volvió a agradecer la mexicana.
– No hay nada que agradecer – mencionó su amiga, sacando la pizza vegetariana de su horno – está es tu casa, y lo sabes.
– Lo se.
Lana tomó la mano de Melissa y le proporcionó un apretón, dándole una sonrisa reconfortante. – ¿Ya me vas a decir qué es lo que te trajo a que viajaras hacía acá?
– Mitsy – se limitó a contestar, dándole un trago a su vaso de limonada.
– ¿Qué le pasó? – la rubia no disimuló su preocupación.
– Un problema intestinal, y más problemas que se le acumularon – soltó en tono débil la mexicana – vine a traerle la copia de los documentos que tenía, Nicholas perdió los originales en su mudanza.
– Lo siento Meli.
– Yo también, pero ella va a estar bien, yo lo sé – intento sonreír, cosa que salió más como una mueca.
El tono de llamada del iPhone de Lana comenzó a sonar haciendo que las dos chicas giraran su cabeza hacia dónde se encontraba dicho objeto. La rubia se acerco a responder la llamada.
– Ah es Luzu – avisó – hola corazón.
– ¿Cómo va todo Lanita? – se pudo escuchar la voz de Luzu, a través del altavoz.
– Va todo muy bien, bueno a excepción de que hace rato Ollie descubrió el armario de juguetes – Melissa soltó una risa baja, tenían al pequeño bastante limitado en juguetes – ¿te llego mi mensaje?
– Justo por eso te estaba llamando, ¿sigue ahí? – preguntó el mayor.
– Te está escuchando.
– Melissa – llamó él español – que sepas que espantaste a medio hotel.