Llegamos a la comisaría y dimos nuestra declaración al Oficial "James Maxwell", el encargado de tomar el caso.
Después de detallar todo lo sucedido, regresaríamos a casa. Al entrar, Darnell me tomó de la mano y me abrazó, fue un sentimiento liberador, sentirme protegida de nuevo.
Todo esto había pasado tan rápido que aún no podía procesar lo que sucedió, pero no estábamos preparados para lo peor.
Después de todo esto, la vida tenía que continuar. No negaré que tenía miedo aún; volver a entrar a casa era un trauma constante.
Pero teníamos que seguir.
Después de dejar a mi pequeña en el
jardín de niños y de comprar algunas cosas para la cena, di un suspiro al pasar por la puerta, algo que se había vuelto costumbre desde ese maldito día.
Dejé las cosas en la alacena de la cocina y me fui a sentar.
En ese momento sonó el teléfono.
Me levanté de nuevo y al contestar quedé sorprendida de quién estaba al otro lado: era el detective James Maxwell, la persona que nos había tomado la declaración.
En un principio pensaba que nos citarían para decirnos sobre la sentencia o algo así, pero lo que no imaginaba es que nos estaban solicitando para un interrogatorio.
Al escuchar eso, inmediatamente me dio mala espina.
Me imaginé todo tipo de cosas, y se me heló la sangre cuando dijo que era urgente.
Llamé rápidamente a Darnell para decirle lo que me dijo el detective James.
Con todo esto, Darnell pidió la salida, vino a casa por mí y nos fuimos a la
comisaría.
Cuando llegamos y preguntamos por el detective, nos pasaron a un cuarto de interrogatorio donde estaba el detective James y otra persona, Howard Durand, "El encargado del caso".
Después de presentarse, se sentaron frente a nosotros, y es algo muy difícil de describir.
No me daba buena espina desde el vamos, sabía que algo había detrás de todo esto.
Recuerdo cómo tomaba a Darnell de la mano; me sentía insegura de todo.
Los dos hombres delante de nosotros nos empezaron a preguntar todo, literalmente todo, desde; ¿de dónde vienen? hasta ¿qué conexión tenían con el acusado? Eso nos confundió bastante, ya que parecía que éramos culpables o ese era el trato que nos daban.
Después de muchas preguntas y responder cada una de ellas, Darnell se molestó, yo me sorprendí y me asusté, ya que pensaba que podían hacerle algo.
Les reclamó que cómo era posible tratarnos como culpables cuando éramos víctimas de este suceso.
En ese momento, Howard salió del cuarto y nos quedamos con James solamente.
Él nos explicaba que realmente esto era peor de lo que en mi declaración se suscitó.
Ahí es donde Darnell y yo nos quedamos mirando uno al otro, ya que ni ellos sabían lo que había pasado.
Hablamos con él, le dijimos que realmente cuál era el problema,
y nos dijo que en un momento lo sabríamos.
Se abrió la puerta y era Howard de vuelta, pero con él llevaba dos legajos.
Recuerdo que soltó los documentos en la mesa, y al sentarse hizo una expresión de cansancio, y empezó a explicarnos lo que nos hizo que se nos helara la sangre.
Primero tomó uno de los legajos y nos mostró fotos de las pruebas de la esposa de Michael, donde tenía unos golpes horribles en la cara.
Nos dijo su nombre que nunca supimos hasta ese momento, "Marlene Sullivan", y tiene solo "26 años", es una chica muy joven.
