Podrías haberme preguntado por qué rompí tu corazón...
Podrías haberme dicho que te estabas derrumbando...
Pero pasaste junto a mí como si yo no estuviera ahí...Y solo fingiste que no te importaba...
No sé por qué huyo...
Te haré llorar cuando me va...
Ha pasado tiempo desde que te vi por última vez...
No he sabido nada de ti...
Me has bloqueado por todos lados, era obvio, no me sorprende sinceramente.
Creí que todo recuerdo tuyo había sido borrado de mi mente... Hoy veo que no es así...
Por que... Recuerdo el primer día que te ví... En aquellos tiempos escolares donde nada me importaba más que vivir mi juventud... Sin ataduras, libre.
Ese primer día de clases solo veía la ventana sin ningún propósito... Ni siquiera me moleste en verte llegar hasta que mucha más gente comenzó a ingresar al lugar.
Entonces te ví...
Cabellos verdes cuál campos de una fresca primavera, revoltoso como si un nido de pájaros hubiera ahí mismo, reí ante la idea pero hubo un momento donde cada parte de mi cuerpo pareció tensarse...
Eso sucedio en cuanto vi tus ojos, aún en la lejanía, podía percibir un color verde esmeralda... Vivos y deslumbrantes...
Decidí ignorar el hecho de que tú mirada me había hechizado desde ese momento, así que me enfoque mejor en la conversación que esos patéticos extras intentaban iniciar conmigo.
No tenías mi interés... Solo eras un compañero más...
Midoriya Izuku... Ese es tu nombre...
Soñabas con ser diseñador gráfico o un animador 3D... Lo recuerdo muy bien.
Tu voz era suave y tierna hasta cierto punto, inocente y dulce, tu ingenuidad era evidente y hasta preocupante ante un mundo lleno de perversidad...
Pasaron los días y muchos entablaron una conversación conmigo o con todo el salón... Menos tu.
Recuerdo incluso, que las personas de ahí se me acercaban con la intención de conocerme más y tal vez, con algún tipo de intención más.
Te ví, rodeado de un tipo que fácil el apodo mitad-mitad le quedaría de maravilla, tan presumido e idiota a mi parecer...
Pero tú sonreías a su lado... Hablando de música y no se que mierda más...
Entonces me preguntaba, qué tipo de música te gustaba?
¿Qué guarda dentro de tu cabeza? ¿Qué piensabas cuando él estaba cerca o yo?...
Tanta mierda de pregunta me agotaba, así que salía al pasillo, me recargaba en el barandal, sintiendo el aire golpear mi rostro...
Una mirada me veía fijamente, lo sabía bien... De reojo veía, oh... Unos brillantes ojos verme con encanto...
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Qué bien se sentía esa mirada en mi... Viniendo de ti...
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