II

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El corazón de Jimin latía contra su pecho. Las dudas se arremolinaban en su cabeza. ¿Ya se habrá dormido?, ¿se habrá molestado?, ¿actuo indiferente?, ¿tendré que pedir disculpas?.

El "clic" de la puerta por fin sonó, un gatito sigiloso saltó de la silla para acudir al festejado.

La voz grave pero dulce llamó a Jimin, sonaba como una hermosa melodía en medio de la Guerra, una melodía que anunciaba la paz, la calma, la serenidad.

El corazón volvió a su lugar, todas las dudas fueron disipadas al ver esa hermosa sonrisa de gomita que se encontraba tintineante en medio de la oscuridad.

Jimin con los pasos dudosos se fue acercando para ser guiado por esa mano fuerte pero a la vez suave hasta el comedor, entonces, los fósforos se  encendieron, Iluminando unos "hotteok, adornado con unas hermosas velas que formaban la palabra "Happy".

Los ojos se hicieron media luna, la felicidad lo invadía. Yoongi se había pasado toda la tarde cocinando los hoteook para su "pequeño Jerry". Quería estar con él, abrazarlo, besarlo. Simplemente amarlo.

Yoongi garraspeó varias veces, para hacer salir del trance en el que estaba su amado. Lo tomó de la mano y le ofreció la silla. Jimin tuvo que aguantarse las ganas de llorar y solo pudo atinar a sacar su celular para tomarle múltiples fotos, mientras los ojos gatunos observaban alegremente cada movimiento.

—Pide un deseo—. Soltó de repente la voz grave. Jimin cerró los ojos fuertemente para desear con todas sus fuerzas que el hombre frente a él, estuviera consigo hasta el día que él muriera.

Sopló con todas sus fuerzas. Los aplausos no se hicieron esperar. Yoongi se levantó para traer champaña. Brindaron, cenaron sushi. A decir verdad, el sushi representaba su primera cita, aquella vez que siendo trainees, Yoongi lo llevó y pagó la cuenta. Días tan lejanos pero a la vez se arremolinaban en sus corazones.

Yoongi sonrió de manera pícara. Se levantó, extendiendo la mano para que Jimin lo acompañará. —Te tengo otra sorpresa....

Ambos caminaron hacia la habitación. La cuál estaba llena de pétalos de rosas. Iluminada por lamparitas que simulaba velas.

La emoción no cabía en el pecho de Jimin, era un escena cliché de película. Pero así se sentía de irreal. Saber que estaba al lado del hombre que más ha amado en su vida.

Lentamente Yoongi lo condujo hasta la cama, donde le quitó entre besos y caricias, una a una la ropa estorbosa.

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⏰ Última actualización: Apr 28 ⏰

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