Cinco

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Jimin podia jurar ver como sus manos aun seguian temblando incluso sin haber respondido, sus ojos de repente se habían abierto tanto como dos lunitas llenas en su rostro, sus labios se separaron para decir algo más pero solamente pudo suspirar con dificultad, movió la cabeza sin consentimiento.

Así que estaba hecho.

— Oh, bueno entonces te veré mañana...

El se marchó.

Idiota, idiota, idiota.

Sí, el habia negado. En ese momento de los nervios no pudo controlar bien su función motora e hizo cualquier tontería que se le vino primero. Se había equivocado y se había quedado con las ganas.

Al cabo que no esperaba menos de si mismo...

Suspiro pesado en cuanto sus manos cubrieron su rostro casi en su totalidad, la luz del lugar se coló en las rejas de sus dedos pero aun así tuvo la fuerza de quedarse ahí hasta que la lluvia cediera un poco más.

Tratando de consolar su propio ser.

Jimin camino despacio hasta su casa, recopilando su pequeña travesía de camino y de regreso.

“ Que tonto. ”

Se regaño cuando repitió la última escena de la cafetería, culpándose una y otra vez

Saco el brillante juego de llaves de su bolsillo específicamente aquella que había marcado de las demás por el característico color rosa y una vez pudo entrar a su hogar se sintió un poco más reconfortado.

Aun así no pudo evitar bufar.

Cerro la puerta tras suyo y paso difícilmente un pie frente a otro con una mueca disgustada, se dejo caer en el suave colchón de su cómoda y dejo que uno de sus brazos cubriera su rostro.

¿Esto valía la pena, no?

...

— Ya es suficiente. — los días transcurrieron hasta convertirse en semanas desde el incidente de la lluvia, pero eso no quitaba de ninguna manera ese sentimiento oprimido en su pecho.

Se estaba volviendo costumbre verlo todos los días, la manera en que lo recibía y le sonreía al verlo entrar.

Jungkook ya estaba entrando en una crisis por haberse dejado.

Quería evitarse la molestia de pensarlo demasiado porque el estaba siendo amable y nada más. Daba vuelta tras vuelta al rededor de su habitación pero esa linda sonrisa no salia de su mente, su adorable y angelical sonrisa de ese chico.

Pensar eso estaba carcomiendo su paciencia, de nuevo, por culpa de Jimin.

Aquel día donde iba de llegada al edificio, Jimin le recibió de la peor forma posible.

Con su sonrisa en el rostro.

Sonrisa que no despareció ni siquiera para la hora del almuerzo o si quiera cuando ya se habia retirado del lugar.

Siempre estaba ahí y se preguntaba si realmente debería tener una también.

Así que cuando lo intento, no volvió a desaparecer.

Todo el día estaba corriendo por su cabeza la idea de poder admitir que la sensación era agradable, no para su estómago pero su corazón se sentía bien.

Así de bien que sentía que si volvía a repetir el momento la cabeza le iba a explotar y nunca iba a poder concentrarse.

— Los exámenes ya vienen... deja de pensar

Se regaño a si mismo mientras frustrado peino los cabellos que amenazaban con cubrir su frente.

Golpeo ligeramente su cabeza con un puñetazo.

― Respira, respira, respira.

Mientras hablaba, actuaba, inhalo un par de segundos y los dejo ir en otros. Regreso a su escritorio volviendo a centrar la mirada en el libro de física frente a el.

Dejo ver el texto de la página y continuó donde lo habia dejado.

Línea tras línea.

Y aun no lograba entender nada de lo que llevaba leyendo.

¿Sí quiera estaba leyendo?

Solo estaba pasando las páginas.

— ¡Pero es que es tan...!— Jadeo exaltado de no poder pasar de la misma parte que habia repetido tres veces pero no lograba alcanzar a recordar nada una vez acababa. Pego su cabeza a la mesa dejándose rendido sobre ella.

― Tan bonito... ― Suspiro pesado marcando el borde de la hoja en sus dedos, buscando otra palabra con la que lo identificará.

― Adorable y... —De repente llevo su mano a su boca mordiendo sus uñas sin ponerle tanta presión, esto lo estaba poniendo nervioso. ― Un estúpido, es un idiota. — gruño cuando el nudo se apretó en su estómago.

― Es demasiado... —dejo que su espalda tocara el respaldo buscando otra palabra que no fuera tan agresiva. — Eso es...

— Tonto, Tonto, Tonto.

Suspiro bruscamente saliendo de su habitación hasta correr por las escaleras, normalmente algo prohibido, pero en ese momento su mente no estaba para regaños, mucho menos estaba en sus cabales.

Cerro la puerta sin siquiera asegurarse que puso el seguro, solamente corrió tan rápido como sus piernas le daban la capacidad y no pararía aun si sentía que se estaban entumeciendo, ni siquiera por que estaba en shorts a pleno frente frío.

No podía fijarse en el mismo cuando había algo más que lo atormentaba y que si no aclaraba, entonces no iba a poder dormir tranquilo.

Era definitivamente un impulso.

Una camisa manga corta blanca y unos shorts que le quedaba un tanto grande para entonces que el aire se colaba en su cuerpo.

Cruzo cerca de dos cuadras cuando recordó la leve mención de la avenida bajo la atenta mirada de las personas que lo veían pasar, unos le ignoraban a pesar de verse tan ansioso.

Sus pupilas se dilataron al ver la elegante casa de dos pisos tan cerca de el así que insistió en el timbre y en la puerta

— ¡Jimin ábreme! ¡Por favor! —Toco la puerta principal cuando entonces sus piernas casi se congelan por la fria brisa que corrió de repente.

Nervioso al escuchar el seguro ser removido. Ya no estaba tan seguro de lo que debía decir.

¿Pero por qué siempre tiene que ser tan complicado hablar?

— ¿Jungk...?

sucker 𖹭 kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora