Segunda parte

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Despertar y tener a su Shizun entre sus brazos es lo que más ama Binghe, estar cerca de él y poder besarlo o tener intimidad y aunque esta vez no es la excepción, su corazón no puede evitar la ansiedad.

Le preparó la cena como de costumbre pero su ánimo no estaba del todo correcto, razón por la cuál no lo comió, temía que su estómago se revolviera con tantas emociones negativas llenando su ser.

A Binghe le encanta ver a su Shizun, incluso en un momento como este, el que Shizun disfrute de su comida es algo de lo cual está muy orgulloso.

—Detente, deja de mirar o no comeré más —dijo Shen Qingqiu dejando los palillos a un lado.

Oh, es cierto, debe ser incómodo.

—Está bien, Shizun puede seguir comiendo. Saldré un momento.

Binghe se inclinó para darle un beso, no importa si solo se separan por unas pocas horas, incluso unos pocos minutos, Binghe siempre insistió en besar antes de irse.

Al último momento, terminó besando solo su frente.

Binghe no quiere ser tan pegajoso pero hay hábitos que no puede simplemente dejar de hacerlos solo porque quiere.

Binghe realmente no quiere molestar a su Shizun, su Shizun ha sido tan bueno, soportando su amor obsesivo, su posesividad y celos enfermizos. Ahora, después de diez años de matrimonio se ha dado cuenta que tal vez no ha sido un buen esposo, que puede llegar a ser muy hostigoso o en el peor de los casos, ya es asfixiante.

Por eso, Binghe quiere ser una mejor persona, alguien lo suficientemente bueno como para merecer el amor de su Shizun porque incluso ahora, no quiere romper en absoluto la relación.

Ama tanto a su Shizun, lo adora, lo atesora y por ello no puede evitar pegarse a él por temor a perderlo cuando no está prestando atención.

Cuando salió fue directamente a buscar a Liu Mingyan para pedir consejos, aunque era reacio a mostrarse tan débil y estúpido ante alguien más, no podía evitarlo si quería mejorar. Y Liu Mingyan como fan número uno de la pareja Shizun-Discípulo, estuvo más que dispuesta a prestarse como consejera de amor (después de todo, también tiene experiencia en el amor).

Esta es la segunda vez que hablan en privado, Binghe le reveló sus pensamientos y el como desea ser alguien digno de su Shizun.

—Reducir el contacto físico creo que es demasiado abrupto ya que antes eras así de pegado, puede que Shen-Shibo perciba alguna anomalía tuya además, ¿Realmente puedes soportar reducir el contacto físico?

—Bueno, tengo que intentarlo...

Liu Mingyan suspiró —Han pasado diez años de matrimonio, puede que para Shen-Shibo ya se haya hecho una costumbre el exceso de contacto físico entre ambos.

—O puede que aún no y todavía lo considere molesto.

—¿Cómo puedes mejorar si siempre ves el lado malo de las cosas?

—No puedo evitarlo, parece que las emociones negativas están arraigadas en mis huesos —fue sincero.

No sabe porqué incluso ahora sigue siendo así.

—Bien, si piensas así entonces es mejor que reduzcas el contacto físico poco a poco y tal vez Shen-Shibo sea sincero, ya sea que se sienta aliviado o molesto por el cambio.

Binghe bajó la vista, un poco abatido.

Liu Mingyan le dió palmaditas en el hombro en un intento de consuelo, aunque solo han hablado dos veces (incluyendo esta vez) ya pueden considerarse amigos, ¿Verdad? O al menos algún tipo de confidente.

Malentendidos entre tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora