𝗡𝗶𝗻̃𝗲𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗩𝗶𝗹𝗹𝗮𝗻𝗼𝘀
Luego de mucho tiempo intentándolo, los héroes pudieron capturar a la liga de villanos y claramente a All For One. Estos no se merecían ir al tártaros, ya que serían muy bondadosos si los mandaban allí con todas l...
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Al bajar las escaleras pudo escuchar unos leves ruidos, que al acercarse se hacían más fuertes. Inevitablemente corrió hacia donde provenían los sospechosos ruidos, al entrar y ver tal escena no pudo sentirse más confundido..
Himiko se levantó del sofá con energía, decidida a buscar algo de comida en la cocina. Despreocupada como siempre, tropezó con los zapatos de Twice que él había dejado esparcidos por el suelo. La caída fue inevitable y en un intento torpe por evitar golpearse, agarró el brazo de Dabi, el cual estaba cerca y no pudo evitar que su quirk se activara brevemente por instinto de proteccion, quemando la palma derecha y parte de la muñeca de la más baja con sus llamas azules.
—¡Auch! ¡Maldición, Dabi-kun, vigila tus malditas llamas!—Exclamó Himiko, mientras se apartaba rápidamente, sintiendo el ardor en su mano.
El pelo negro frunció el ceño con irritación, mirando la quemadura en la mano de la oji-ámbar y luego hacia ella con una expresión de desdén.
—Deberías tener más cuidado tú misma, no es mi problema si no puedes caminar sin tropezarte.—Respondió Dabi con frialdad, cruzándose de brazos.
Himiko levantó la mirada hacia el mayor, sus ojos ámbar brillaron con resentimiento y una chispa de diversión traviesa aparecio en su mirada.
—¡Pero podrías ser un poco menos descuidado!—Reprochó la rubia, mezclando dolor fingido y burla en su voz particularmente chillona.
La tensión en la cocina comenzó a aumentar, mientras los otros miembros de la Liga de Villanos observaban la escena con cautela. Spinner intervino rápidamente, tratando de calmar los ánimos antes de que la situación se saliera de control.
—¡Hey, tranquilícense los dos! No necesitamos más problemas ahora.—Instó Spinner, mirando firmemente a Dabi y a Himiko con cierta preocupación. Kurogiri se entrometió con su habitual calma, intentando mantener la paz dentro del grupo.
—Por favor, mantengan la calma. Dabi, Toga, este tipo de incidentes no ayuda a nadie. Asegurémonos de que Toga reciba el tratamiento adecuado para su mano.—Dijo Kurogiri con voz tranquila pero autoritaria.
Himiko, con una sonrisa traviesa en el rostro, se dirigió hacia Izuku, quien había estado observando la escena con preocupación pero sin saber si entrometerse o no.
—Oye, Izuku-chan, ¿Por qué no regañas a Dabi-kun por ser tan descuidado? Seguro que él aprende mejor si viene de ti.—Propuso la rubia con su típico tono juguetón, ignorando la quemadura que apenas le molestaba.
—¿Y..Yo, regañarlo?—El peliverde miró a la joven con sorpresa y confusion, pero no le pareció tan mala idea, teniendo en cuenta que él ahora era prácticamente el niñero de ellos y debería corregirlos si hacían algo mal. La rubia alentó con la mirada divertida al contrario, este con un poco de desconfianza asintió con una pequeña sonrisa nerviosa.
