La supervivencia del poeta

Tú-lipan

Amor fúnebre, aún siento vivo el corazón

Más vivo cuando te recuerdo.

Cementerio de rosas, donde vivimos nuestro amor

Eran las rosas y tú el tulipán,

Era la oscuridad y tú mi eterna luz,

Era el frío más desolado y tú mi abrigo abrasador.

Eras tu marchitándose, y yo queriendo cuidarte

Era la vida y la muerte

Era el cuidado y el sueño

Era la inmensa distancia, más inmensa sin ti.

Era la desesperación con el amor, tan posbile arreglarlo

Era mi eterno eterno amor hacía ti

Eran tus cálidos abrazos

Eras tú y a veces era yo.